La Secretaría de Agricultura firmó ayer la esperada resolución por la cual se instrumenta el mecanismo de compensación para los productores de trigo. La medida busca evitar subas en productos alimenticios de la canasta básica como el pan y los elaborados con harinas. El mecanismo de distribución de subsidios será manejado por la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca), cuyo flamante titular es José Portillo, quien reemplazó a Marcelo Rossi, peleado con Guillermo Moreno por la forma en que deberían administrarse esos recursos.

La disposición beneficia a los productores que comercialicen trigo con destino al mercado interno, ya sea en forma directa a través de molinos o por intermedio de acopiadores o cooperativas. La medida se anunció hacia la noche, luego de un día cargado de críticas al Gobierno por haber limitado su exportación. La Secretaría de Agricultura había anunciado que mantendrá cerrado “transitoriamente” el registro de exportaciones de trigo y harina de trigo “a fin de no afectar el abastecimiento doméstico”.

La medida, que empezó a regir el jueves y busca frenar los precios domésticos de productos como el pan y otros alimentos, originó duras críticas de los dirigentes del campo.

Por otro lado, el Gobierno dispuso ayer la creación de un registro de operadores del comercio de granos en la órbita de la Oncca para “mejorar la transparencia en el mercado”.

La resolución de la Secretaría aclara que la veda para la inscripción de nuevas operaciones de exportación es “temporal”, pero no hay una fecha límite para la medida. La suspensión de nuevos envíos de trigo se suma a la del maíz, cuyo registro de exportaciones fue cerrado en diciembre pasado. Además, todavía permanecen restricciones a las exportaciones de carnes.

Según fuentes oficiales, entre octubre de 2005 y febrero pasado, Argentina exportó 8,2 millones de toneladas de su cosecha de trigo de la campaña 2005-2006, con una producción que llegó a unos 12,6 millones de toneladas. En tanto, ya hay embarques registrados por un total de 8,7 millones de toneladas para el lapso comprendido entre octubre pasado y septiembre próximo correspondientes al ciclo 2006-2007, con una cosecha que se prevé llegue a las 14 millones de toneladas. De ahí que al cerrar el registro de nuevas exportaciones el Gobierno busque evitar que los mejores precios para la exportación, de 137 dólares por tonelada, presionen al alza a los valores que se pagan en el mercado local (actualmente de unos 118,5 dólares por tonelada), generado una disparada de la inflación en harinas y panificados.