En el primer trimestre del año, la desocupación se ubicó en el 9,8 por ciento, por debajo del 11,4 por ciento en igual período del 2006. Sin embargo, por cuestiones estacionales, la tasa aumentó respecto del cuarto cuatrimestre del año pasado, cuando había caído al 8,7 por ciento. Los datos anteriores, que ratifican que el índice oficial de desocupación se mantuvo durante los últimos dos trimestres en un dígito, contemplan como ocupados a los beneficiarios de planes Jefes de Hogar. Si se los considerara como desempleados, entonces la desocupación durante el primer trimestre estaría todavía en 11,1 por ciento. Según los números que manejan en el equipo económico, en el último año se crearon 953 mil puestos de trabajo.

Uno de los interrogantes que se abren con los nuevos datos de desocupación es qué decisión tomará el Gobierno respecto de la “doble indemnización” por despido; en realidad, un plus del 50 por ciento sobre la indemnización normal. Meses atrás, cuando se conoció la baja de la desocupación a un dígito en el último trimestre de 2006, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se apresuró a decir que la “doble” sería eliminada “de inmediato”. Sin embargo, desde la Rosada el mensaje fue otro: esperar, por lo menos, a los datos del primer trimestre, cuando la desocupación suele subir por cuestiones estacionales. Y recién cuando se cumplieran dos trimestres de desocupación en un dígito tomar una decisión.

El Indec difundió ayer los últimos datos de la Encuesta Permanente de Hogares, correspondiente al primer trimestre de 2007. En base a esa fuente se procesan los principales indicadores del mercado laboral, que en el período mencionado muestran una mejora casi todos los niveles de la mano de un crecimiento de la economía superior al 8 por ciento. En la comparación interanual, que es la correcta para evitar los efectos de la estacionalidad en el mercado laboral, no sólo desciende la desocupación sino que también disminuye la tasa de subocupación.

Durante el primer trimestre del 2007, la subocupación demandante (aquellos que trabajan menos de 35 horas semanales y quisieran trabajar más) bajó al 6,4 por ciento de la población activa, contra el 7,8 por ciento de un año atrás. Mientras que los subocupados no demandantes cayeron del 3,2 al 2,9 por ciento en el último período. Además, hay una mejora en la tasa de empleo, con lo cual el desempleo cae pese al aumento de la cantidad de gente buscando empleo (tasa de actividad). Dicho de otro modo, la creación de puestos de trabajo fue suficiente para emplear al excedente de personas que salieron a buscar conchabo.

Para elaborar los indicadores del mercado laboral, el Indec releva los principales 31 conglomerados urbanos, con una población de 24,0 millones de personas, de los cuales 11,1 millones es la población económicamente activa (PEA), de los cuales 1.095.000 son desocupados. Si esas cifras se trasladaran a una población de 38 millones de habitantes, la PEA rondaría los 17,4 millones de personas en condiciones de trabajar, de los cuales 1,7 millón estaría desocupado. Si a esa cifra se le agregan los subocupados, otro 1,6 millón de personas, se tiene que unos 3,3 millones de argentinos todavía afrontan serios problemas de inserción laboral.

En el comunicado, el Indec aclara que si se tomaran como desocupados a todos los que reciben planes sociales, el desempleo llegaría al 11,1 por ciento, pero aún así estaría por debajo del 14,1 del primer trimestre del 2006.

Con los últimos datos del Indec en la mano, en el Ministerio de Economía afirman que “a los 17 trimestres de crecimiento de la economía (desde el 2003 en adelante) le correspondieron 16 trimestres de reducción del desempleo”. La tasa de desocupación del 9,8 por ciento en el primer trimestre de 2007 resultó superior al 8,7 por ciento del cuarto trimestre del año pasado. Sin embargo, como se dijo anteriormente, en los primeros trimestres del año siempre las tasas de desocupación son más elevadas por una cuestión estacional: al comienzo del año, más gente sale a buscar trabajo y es menor la demanda laboral por parte de las empresas.

Entre el primer trimestre de 2007 e igual período de 2006, de acuerdo con un estudio de Economía, “se crearon 953 mil empleos sin planes”, lo cual representa “un crecimiento del empleo del 8 por ciento interanual”.

En el segundo trimestre de 2003, cuando asumió la administración Kirchner, la desocupación alcanzaba al 17,8 por ciento, siempre considerando ocupados a los beneficiarios de planes Jefes de Hogar. Mientras que en mayo de 2002, en el peor momento de la crisis posdevaluación, llegó al 21,5 por ciento. Desde octubre de 1993 (cuando fue del 9,3 por ciento) que la desocupación no descendía a un dígito. Sin embargo, en aquel entonces no existían los planes Jefes, por lo que los datos no son exactamente comparables.