Aníbal Ibarra es candidato a legislador porteño, pero habla como si se postulara a jefe de Gobierno y lo hace para apuntalar al candidato K Daniel Filmus, a quien acompaña en una de sus dos boletas. “El adversario a vencer es (Mauricio) Macri”, enfatiza y advierte que “por más que haya cambiado su discurso, sigue expresando a la derecha económica que desprecia el Estado y sólo lo concibe para sus negocios”. No por eso, sin embargo, se olvida de Jorge Telerman, a quien identifica como la otra opción de “los sectores conservadores y de derecha religiosa” para darle pelea a Néstor Kirchner. “Hizo un acuerdo para lograr mi destitución, quedarse al frente del gobierno y abrirle las puertas a Macri”, apunta Ibarra y asegura que “de las obras que Telerman enumera, sólo dos fueron realizadas durante su gestión”. Promete, además, que va a confrontar “con una Legislatura desacreditada que se dedicó a hacer negocios políticos en forma permanente y también económicos” y sostiene que es necesario avanzar en la implementación de un sistema parlamentario en la ciudad.

–Su slogan de campaña es Ibarra vuelve. ¿A qué vuelve?

–No me retiré nunca de la política. Decidí volver a un cargo público porque quiero seguir vinculado a la ciudad y también para relegitimarme electoralmente; a mí no me echó la sociedad, sino sectores de la política en lo que fue un golpe institucional.

–¿Cómo se imagina en la Legislatura?

–Voy a confrontar con una Legislatura desacreditada que se dedicó a hacer negocios políticos en forma permanente y también económicos.

–¿Qué negocios hicieron los legisladores?

–Los negocios políticos están vinculados a una atomización que no tuvo que ver con convicciones, sino de los contratos que sacaba cada bloque. También hubo negocios económicos, como el de la obra social que con representantes de la Legislatura tenían diez millones de pesos de reserva y lo pusieron en una mesa de dinero que quebró. Es tiempo de avanzar en un sistema parlamentario, donde no existan acuerdos bajo la mesa como lo hicieron Telerman y Macri. El gabinete debe surgir de la Legislatura.

–Usted sostiene que en el proceso que concluyó en su destitución Macri fue la cara visible y Telerman la cabeza oculta. Concretamente, ¿qué hizo, según usted, el actual jefe de Gobierno?

–Telerman hizo un acuerdo para lograr mi destitución, quedarse al frente del gobierno y abrirle las puertas a Macri. Ahora lleva en su lista de legisladores a varios de los que me destituyeron. Además, lo traicionó Freud: en su jura como jefe de Gobierno dijo delante de 400 personas “hoy es el día más importante de mi vida”.

–¿Qué meta se plantea en esta nueva etapa?

–No tomo los cargos como un escalón para seguir subiendo. Hoy quiero acompañar desde la Legislatura al gobierno de Filmus y si no, controlar a quien llegue al Ejecutivo. Quiero que gane Filmus y como pienso que hará un buen gobierno, creo que la gente querrá reelegirlo y yo también.

–¿Por qué los porteños tienen que votar a Filmus?

–Porque está comprometido con lo público, es coherente, capaz y muy honesto y está comprometido con el espacio progresista. El adversario a vencer es Macri que, por más que haya cambiado su discurso, sigue expresando a la derecha económica que desprecia el Estado y sólo lo concibe para sus negocios y tiene una visión segmentada de la sociedad.

–¿Y Telerman?

–La opción frente a Macri es Filmus. A Macri el voto a Telerman no le duele a Macri, porque terminan acordando como ya lo hicieron. El silencio del macrismo frente a lo que hace este gobierno sólo se explica por el acuerdo que tienen. Si los macristas hubieran descubierto que yo no era abogado, hubieran hecho un escándalo y no abrieron la boca cuando se descubrió que Telerman se hizo pasar como licenciado durante años. Los sectores conservadores y de derecha religiosos, que a mí no me perdonaron la defensa de la libertad de cultura cuando fue la muestra de León Ferrari en Recoleta ni la unión civil, decidieron pulsear en la ciudad con el gobierno nacional y eligieron dos candidatos: Macri y Telerman.

–¿Lo de la derecha religiosa lo dice por el cardenal Jorge Bergoglio?

–No hago nombres ni referencias específicas.

–¿Ibarra le suma a Filmus o Filmus le resta a Ibarra?

–Sumamos los dos. Filmus viene en un proceso ascendente y eso tiene que ver con haber armado una coalición con sectores de centroizquierda más allá del gobierno nacional y haber sumado a su fórmula a Carlos Heller en nombre de Diálogo por Buenos Aires.

–¿Si el ballottage fuese entre Macri y Telerman a quién votaría?

–Sería decidir entre lo malo y lo peor, pero no va a ocurrir. Macri gana en la primera vuelta, pero pierde en la segunda con Filmus.

–¿Usted hizo la mitad en el doble de tiempo?

–De las obras que Telerman enumera, sólo dos fueron realizadas durante su gestión. En un año y medio se pasó de un presupuesto superavitario a uno deficitario y eso tuvo que ver con renegociaciones escandalosas como el contrato de la basura, donde se pagan 160 millones de pesos más al año.

–¿Qué impresión tiene del caso Skanska?

–Es un escándalo y debe investigarse a fondo respetando el trabajo de los jueces. Hasta dónde va a llegar nadie lo sabe y cuando se investiga, no hay que descartar nada de antemano.

–¿Cuando era fiscal llamaba cada quince días al ministro del Interior? Carlos Stornelli reconoció hablar cada dos semanas con Aníbal Fernández.

–No, no. A mí me sumariaron por cuestionar el indulto de Carlos Menem. De todos modos, lo importante es lo que se haga en las causas.

–¿Y qué dice de la denuncia vinculada con ese caso que hizo Miguel Bonasso sobre irregularidades en el manejo de la publicidad porteña?

–Lo bueno es que se avance en la investigación más allá de las fechas electorales porque hay quienes dicen que esto se utiliza en el marco de un proceso electoral, pero también está la tentación de no dar explicaciones escudándose detrás de una supuesta campaña sucia.