El Gobierno anunciará entre el martes y el miércoles próximos la convocatoria al Consejo del Salario Mínimo. En esa oportunidad, o unos días más tarde, también dará a conocer un incremento en las asignaciones familiares y en los topes salariales para percibirlas. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se lo anticipó ayer a una delegación de la CGT, encabezada por Hugo Moyano. Tal como adelantó Página/12, la reunión fue solicitada por la central gremial para plantearle al funcionario esos reclamos, junto con un aumento de jubilaciones, una suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias y la modificación de la tabla de deducciones de ese gravamen fijada durante la gestión de José Luis Machinea.

La lista de demandas incluyó otros tres puntos: un aumento de los topes indemnizatorios por accidentes de trabajo, la exención del impuesto al cheque para las obras sociales y la instrumentación de un plan de ayuda financiera para esas entidades de salud. El encuentro en la cartera laboral se extendió por una hora y media. Moyano estuvo acompañado por José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Julio Piumato (judiciales), Antonio Caló (UOM), Andrés Rodríguez (UPCN) y Omar Viviani (taxistas), entre otros.

Tomada escuchó los pedidos y se comprometió a dar una respuesta entre el martes y miércoles próximos respecto del llamado del Consejo del Salario Mínimo y la actualización de las asignaciones familiares. Así fue informado oficialmente por el Ministerio de Trabajo. De acuerdo con fuentes gremiales, el ministro fue más allá: les dijo que ambas solicitudes tendrán respuesta favorable, que les serán adelantadas “en 48 horas”. La ambición de la CGT es que el sueldo mínimo suba de los 800 pesos actuales a 1040, para dejarlo arriba de la Canasta Básica que define la línea de la pobreza, actualmente en 923 pesos. Si eso ocurre, sería la primera vez en décadas.

La convocatoria al Consejo sería para este mes, tal como ocurrió el año pasado. En aquella oportunidad, gremialistas, cámaras patronales y el Gobierno pactaron una suba hasta 800 pesos. Las anteriores reuniones del organismo fueron en agosto de 2004, cuando el mínimo estaba en 200 pesos, y en julio de 2005. Un elemento importante del ajuste de este sueldo es que tracciona hacia arriba los ingresos de los trabajadores “en negro”, condición en que se encuentra el 41,6 por ciento de los empleados.

En cuanto a las asignaciones familiares, el Gobierno tiene margen para aumentarlas por el fuerte superávit de la Anses. Se financian con una parte de las contribuciones patronales, que no sufren ninguna modificación por el incremento a los beneficiarios. El organismo previsional viene aumentando su recaudación por distintas vías: creció la ocupación, subieron los salarios y se redujo levemente la informalidad. Un cuarto factor importante son los ingresos extra que empezó a recibir por el traspaso al sistema de reparto de afiliados a las AFJP de regímenes especiales, como docentes, investigadores y jueces.

El último aumento de las asignaciones empezó a regir el 1º de enero pasado y fue del 20 por ciento. Las perciben los trabajadores con sueldo bruto de hasta 3000 pesos, que reciben 36 pesos por hijo, entre otras. Las otras escalas abarcan salarios de hasta 1700 pesos –cobran 74 pesos por hijo–- y de 1701 a 2200 –54 pesos por hijo–. La CGT pidió elevar los valores de las escalas y subir los montos de las asignaciones.

Otro reclamo fue elevar las jubilaciones, medida que el Gobierno también tendría en carpeta.