La inflación oficial en agosto, según el Indec, fue de 0,6 por ciento, similar a la de agosto de 2006. Así, en los primeros ocho meses del año, el índice de precios al consumidor acumula una suba de sólo 5 por ciento, 1,1 punto inferior a la de igual período del año pasado. Para el organismo, el fuerte aumento de precios en los alimentos, y en particular de las verduras, fue en parte compensado por las bajas en indumentaria (por las liquidaciones de la temporada invernal) y en turismo. El propio Indec reconoció, además, que en agosto la canasta básica de alimentos, que consumen los sectores más pobres, se encareció 2,2 por ciento, más que triplicando al IPC.

Aunque acordaron con el Gobierno desactivar cualquier medida de fuerza hasta después de las elecciones, ayer unos 50 empleados del Indec volvieron a reclamar, frente al edificio de Diagonal Sur y Perú, la renuncia de Beatriz Paglieri, la directora del área Precios, designada por el secretario de Comercio Guillermo Moreno.

El IPC de 0,6 por ciento anunciado por el organismo para agosto dista de las encuestas que manejaban en las últimas semanas distintas asociaciones de consumidores. La inflación mayorista (a la salida de fábrica) también marcó un 0,6 por ciento, pero desde enero duplica a la inflación minorista: acumula un alza de 10,4 por ciento. La aceleración de los precios mayoristas corresponde por completo a este año, ya que entre agosto de 2007 y agosto de 2006 el índice se incrementó 11,1 por ciento.

Dentro de los precios al consumidor, en agosto, los rubros con mayores aumentos fueron alimentos y bebidas (1,2 por ciento), educación (1,6 por ciento), atención médica y gastos para la salud (1,3 por ciento) y vivienda y servicios básicos (1 por ciento). Según el Indec, estas alzas habrían sido compensadas por la fuerte caída de precios en indumentaria y en turismo en el mes posterior a las vacaciones invernales.

Entre los alimentos, los aumentos más importantes se detectaron en verduras (7,4 por ciento), frutas (2,6 por ciento) y panificados (2 por ciento). En el grupo de las verduras sobresale el incremento en la papa (23,9 por ciento), el tomate (23 por ciento), el ají (21,3 por ciento) y la batata (12,2 por ciento). Sin embargo, llama la atención el precio de la papa anotado en las planillas del Indec: 1,40 pesos el kilo. Según escribió días atrás Fernando Krakowiak en este diario, el precio de mercado promediaba los 4 pesos el kilo y a nivel mayorista había cada vez más dificultades para venderlo a 1,40.

En las frutas, las mayores alzas se produjeron en limón (5,5 por ciento), banana (3,5 por ciento) y manzana deliciosa 3,1 por ciento). A su vez, para el Indec la carne mostró en promedio un leve incremento de precios (0,3 por ciento), con bajas incluso en algunos cortes, como bife angosto.

Los cifras en el rubro de alquileres seguramente reavivarán los reclamos de las asociaciones de inquilinos. En agosto, los alquileres aumentaron 1,9 por ciento, y acumulan desde enero un 13,5 por ciento, casi triplicando la inflación oficial.

Para el Indec, las cuotas de los colegios privados se encarecieron el mes pasado 1,8 por ciento, sumando en los primeros ocho meses del año un alza del 10,6 por ciento. En cuanto a las cuotas de las prepagas, la estadística oficial reconoce aumentos desde enero de sólo 4,4 por ciento. Mientras que en medicamentos la suba en el mismo período fue de 6,5 por ciento.

Con el alza del 2,2 por ciento de agosto, la canasta básica de alimentos, que mide la línea de indigencia, para una familia tipo alcanzó un valor de 442 pesos. Mientras que la canasta de la pobreza subió 1,7 por ciento, llegando casi a los 946 pesos.