El gobierno nacional anunció ayer el envío al Congreso del proyecto que eleva el monto no imponible del impuesto a los Bienes Personales a 300 mil pesos. “El objetivo es otorgar mayor equidad al tributo, unos 300 mil contribuyentes quedarán afuera de la obligación de pagar, (ya que) queda en claro que tener bienes personales hasta 300 mil pesos no implica manifestación de riqueza”, explicó Miguel Peirano, ministro de Economía, en conferencia de prensa. El nuevo monto no imponible, que reemplaza al de 102.300 pesos –vigente desde la convertibilidad–, empieza a regir retroactivamente, a partir del 1º de enero de 2007. Es decir que a aquellos contribuyentes que hayan pagado anticipos este año en base al impuesto abonado en 2006 les quedará saldo a favor al momento de la declaración jurada. “Van a tener la posibilidad de aplicarlo a otro impuesto o bien se aplicará un mecanismo de devolución”, aclaró Alberto Abad, titular de la AFIP.

La modificación al tributo propuesta en el decreto 1375 establece, además, una escala progresiva de alícuotas del impuesto, por tramos. De tal modo, ningún contribuyente pagará tributo sobre 300 mil pesos de sus activos o bienes personales. A partir de ahí, la alícuota para los distintos tramos será la siguiente:

- Por el excedente sobre 300 mil y hasta 750 mil pesos, se paga el 0,5 por ciento;

- Por el excedente sobre 750 mil y hasta dos millones de pesos, el 0,75 por ciento;

- Por el excedente sobre los dos millones y hasta cinco millones de pesos, el uno por ciento;

- Por sobre los cinco millones de pesos de activos personales, el impuesto a abonar es del 1,25 por ciento.

Para ejemplificar, un contribuyente con activos personales por diez millones de pesos pagará 2250 pesos de impuesto por el primer tramo, 9375 pesos por el segundo, 30.000 por el tercero y 62.500 pesos por el cuarto. Es decir, 104.125 pesos en total de impuesto anual.

Otro contribuyente con bienes personales computables valuados en 310 mil pesos abonará de impuesto anual 50 pesos (el 0,5 por ciento sobre 10.000 pesos).

No hubo cambios en cuanto a los rubros alcanzados por el impuesto. Tal cual lo recordó ayer Abad, los bienes exentos son los títulos, bonos y otros valores emitidos por el sector público, los depósitos a plazo fijo y en cajas de ahorro; las acciones de empresas privadas son tratadas como exentas en la declaración del contribuyente personal, aunque la obligación del tributo recae en la empresa que las emite, que debe pagar el impuesto por cuenta del accionista. Los bienes registrables (propiedades, rodados, embarcaciones, etc.) se valúan según el precio del título de propiedad. El titular de la AFIP recordó que “todas las personas físicas tienen que presentar sus declaraciones juradas anuales”, aunque tengan bienes personales inferiores a 300 mil pesos, en cuyo caso la obligación de pago sería nula.

El titular de Economía estimó que el Congreso le dará curso a esta iniciativa “lo más pronto posible y durante el período legislativo actual”. En el ámbito del Congreso, se señala que la Cámara de Diputados aprobaría el proyecto la semana próxima y, de ser posible, sería convertido en ley inmediatamente por el Senado, aunque este último paso no estaba hasta ayer garantizado.

Abad aseguró que el impacto de los cambios introducidos será neutro para los ingresos del fisco, ya que la reducción de la recaudación por suba del monto no imponible se compensaría por la suba de la alícuota a los contribuyentes con mayor poder económico. Peirano, a su vez, refirió que para los patrimonios de hasta 750 mil pesos inclusive el nivel de obligaciones es inferior al que existía hasta ahora, y recién por encima de esa cifra se observan niveles similares de pago que con la escala anterior, y mayores niveles a medida que se va a los tramos superiores.

Hasta ahora, el universo de contribuyentes con el piso de 102.300 pesos es de 470 mil personas físicas, sin tener en cuenta a los accionistas cuyo impuesto es liquidado por las empresas emisoras de las acciones.