Las ofertas que el gobierno de Felipe Solá realizó en paritarias con los estatales bonaerenses no lograron frenar las medidas de fuerza en reclamo de recomposiciones salariales. La Asociación de Trabajadores del Estado convocó desde hoy a un paro por 72 horas que amenaza paralizar la actividad administrativa de la principal provincia del país.

Solá descalificó la convocatoria de ATE al asegurar que “no tiene el respaldo de la gente” y considerándola “absurda” por la brecha presuntamente pequeña que existe entre la propuesta de su administración y las pretensiones de los empleados.

Sin embargo, al paro de 72 horas anunciado por ATE se añade el que realizarían el jueves y viernes los dependientes de los setenta y siete hospitales provinciales. Miércoles y jueves, en tanto, los judiciales harán lo propio “ante la falta de respuesta por parte del gobierno” a sus reclamos salariales, que para los enrolados en Cicop-CTA consiste en un sueldo inicial de 2400 pesos, que equipare la canasta familiar.

Pero el ministro de Trabajo provincial, Roberto Mouilleron, intentó ayer minimizar la adversidad de este panorama “al sostener que el anuncio de ATE corresponde a sólo uno de los 22 gremios bonaerenses con los que se está negociando” y señaló que decir que la provincia estará paralizada por 72 horas “no se condice con la realidad”. “El margen de discusión es muy chico: da para sentarse y seguir discutiendo”, reforzó Solá.