A la única que alcanzó el efecto Y2K, los supuestos efectos nocivos del año 2000 a las computadoras, es a la ex funcionaria menemista Claudia Bello. La ex secretaria de Función Pública deberá afrontar un juicio oral por incumplimiento de los deberes de funcionario público y negociaciones incompatibles con la función pública en el manejo del plan para contrarrestar el supuesto efecto 2000, que finalmente no se produjo. La jueza María Romilda Servini de Cubría dio por cerrada la investigación judicial, que inició la Oficina Anticorrupción por una nota que Julio Nudler publicó en Página/12. Allí se detallaba la adjudicación directa a la firma Lautrec por nueve millones de pesos-dólares para hacer el logo del programa y folletos con consejos útiles. La Sindicatura General de la Nación (Sigen) estimó que la operación tuvo un sobreprecio de dos millones. La fiscalía aseguró que Bello se benefició personalmente. Cuando fue citada a declarar, la ex funcionaria argumentó que no había tenido tiempo para hacer una licitación pública. En 2004 fue procesada y embargada.