Desde México, D. F.

¿Un argentino vocero de la guerrilla mexicana? “¡No lo soy!”, clama Jorge Lofredo, un bonaerense que desde hace poco más de dos años y medio difunde por Internet los comunicados del Ejército Popular Revolucionario (EPR) y de otras 40 organizaciones clandestinas de este país y quien es investigado por Interpol a petición de la Procuraduría General de la República para determinar su relación con la guerrilla que ha realizado tres atentados contra instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) en los últimos dos meses.

El EPR volvió a ganar protagonismo esta semana, después de adjudicarse las seis explosiones que dañaron cuatro gasoductos de Pemex en la madrugada del lunes. Según se supo ayer, fueron doce cargas explosivas en los estados de Veracruz y Tlaxcala. Los atentados, calificados de terroristas por el gobierno de Felipe Calderón, provocaron el corte de suministro de gas natural en 9 estados y la capital del país, la paralización de casi 400 plantas industriales y la evacuación de 21 mil personas. Los empresarios aseguraron ayer que las pérdidas están alcanzando los 100 millones de dólares diarios.

Los ataques volvieron la atención a Lofredo. “¡Soy un investigador obsesionado con el tema! Somos una biblioteca virtual y como tal el bibliotecario no tiene la culpa de lo que está escrito en el libro”, se atajó el argentino, de 44 años, un ex contador del Banco Central que estudió la carrera de Ciencia Política por las noches y que se declara “enamorado” de México (al grado que prefiere a Juan Rulfo sobre Borges y se declara hincha del Tri cuando juega contra Argentina) en una entrevista que aparecerá en la revista Gatopardo.

Lofredo, junto con un socio español, publica en línea comunicados y documentos relativos a cientos de movimientos armados y grupos similares de toda Latinoamérica, como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN); el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), de El Salvador; los Grupos de Combatientes Populares (GCP), de Ecuador; el Ejército de Liberación de los Pueblos (ELP), de Bolivia; el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), de Perú, entre otros.

Pero lo cierto es que de todos estos grupos, el EPR es el único que ha realizado numerosos atentados en los últimos meses. El subsecretario de Normatividad, Inversión Extranjera y Prácticas Comerciales Internacionales de la Secretaría de Economía, Carlos Arce, reconoció que los atentados son un “punto de riesgo” para atraer recursos del exterior. Para colmo, el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, aseguró que “es imposible” resguardar las 19 mil instalaciones terrestres y los más de 50 mil kilómetros de ductos que existen en el país. Por lo pronto, no será sino hasta el lunes próximo que la paraestatal podrá reestablecer el suministro de gas natural.

En las cámaras de Diputados y de Senadores, los legisladores de todos los partidos censuraron los atentados, pero también reprocharon al gobierno de Calderón haber desatendido las advertencias que había venido lanzando el EPR desde hace tres meses. La guerrilla demanda la liberación de dos de sus dirigentes, Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, desaparecidos desde el 25 de mayo en Oaxaca, luego de ser detenidos por fuerzas federales y como parte de “la autodefensa armada ante la guerra sucia que el gobierno de Calderón ha decidido llevar en contra del pueblo mexicano”. Para el Partido de la Revolución Democrática de Andrés Manuel López Obrador, estos ataques sólo evidencian que se han cerrado las vías políticas para la discusión, lo cual enrarece el clima político nacional.