Al menos setenta personas murieron y otras 128 resultaron heridas ayer en varios actos de violencia que caracterizaron una sangrienta jornada en Irak. Un doble atentado en Bagdad acabó con la vida de 54 personas e hirió a otras 123 cuando dos artefactos estallaron casi simultáneamente en el barrio de Karrada, una zona comercial en el centro de Bagdad. Tras la primera explosión, numerosas personas se concentraron en el lugar para intentar ayudar a las víctimas, y en ese momento las sorprendió una segunda explosión. Fuentes policiales no descartan la posibilidad de que la segunda deflagración haya sido obra de un terrorista suicida que detonó los explosivos que llevaba encima cuando se encontraba en medio de la multitud. Por otra parte, un civil murió ayer y cinco más resultaron heridos en Bagdad como consecuencia de una explosión cuyo objetivo era una patrulla del ejército estadounidense, cerca del Estadio Talia, en el barrio de Azamiya. La policía explicó que la explosión no afectó a los soldados estadounidenses, sino a un pequeño vehículo en el que viajaban varias personas hacia sus trabajos. Las fuerzas de seguridad iraquíes y las tropas de la coalición mataron en las últimas 24 horas a once supuestos terroristas y a un civil y han detenido a otros 82 en distintos puntos de Irak.