Un gobernador colombiano atribuyó a las FARC un atentado explosivo ocurrido ayer en un oleoducto en venganza de un ataque reciente del ejército. El hecho ocurrió en el kilómetro 54 del Oleoducto Trasandino, en una zona fronteriza con Ecuador muy cerca de donde el sábado último militares colombianos bombardearon un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, asesinando a más de 20 guerrilleros, entre ellos al número dos del grupo, Raúl Reyes. El atentado fue la primera represalia de las FARC tras la muerte de Reyes, especuló Felipe Guzmán, gobernador del departamento de Putumayo. La explosión provocó un derrame de petróleo crudo que podría generar una crisis ecológica, luego de que la mancha llegara al río Guamuez, añadió el funcionario. El oleoducto une Orito, localidad de la zona petrolera del departamento Putumayo, con el puerto de Tumaco, en el departamento Nariño, sobre el Océano Pacífico, y transporta un volumen equivalente a entre 60.000 y 100.000 barriles diarios. El gobierno colombiano envió ayer tropas del Ejército para custodiar a los técnicos de la petrolera estatal Ecopetrol encargados de reparar el ducto. Desde que ocurrió la incursión colombiana en Ecuador, la zona fronteriza donde acampaban las FARC ha captado la atención de toda la región y de las tropas de Caracas como de Quito que esta semana se movilizaron hasta allí.