La CIA tenía su propia oficina en el Palacio Quemado. El presidente boliviano, Evo Morales, denunció que al poco de tiempo de asumir, en 2006, descubrieron que un ex general de la policía trabajaba para la agencia estadounidense de espionaje a sólo unos metros de su despacho. “¡Los gringos pagaban una oficina en Palacio!”, exclamó Morales durante un acto de entrega de viviendas en el rico departamento de Santa Cruz el jueves. Según recordó el mandatario, después de cerrar la filial estadounidense le advirtió a Juan Ramón Quintana, su ministro de la Presidencia y quien había descubierto la infiltración: “Los gringos no perdonan”.

La revelación de Morales no es casual. El fin de semana pasado el presidente y aliado Rafael Correa había denunciado un caso similar de infiltración entre sus servicios de Inteligencia. Las sospechas escalaron hasta tumbar al ministro de Defensa, la mayoría de la cúpula militar y al jefe de Inteligencia del Ejército.

A diferencia de lo que habría pasado en Ecuador, en Bolivia la CIA sólo tuvo acceso privilegiado al gobierno durante unos meses. Según contó Morales, dos o tres meses después de asumir, Quintana descubrió al ex general y doble agente. “Un ex general de la policía daba informes so pretexto de la lucha contra el terrorismo”, aseguró el presidente. También recordó que fue el ministro Quintana quien en agosto pasado descubrió que Usaid, la agencia de cooperación norteamericana, estaba desviando millones de dólares para financiar las acciones de grupos opositores a su gobierno. Usaid sigue trabajando en el país andino, aunque el gobierno dice que ahora lo sigue de cerca.

Según Morales, nada de esto es casualidad. El presidente boliviano denunció recientemente al embajador de Estados Unidos en La Paz, Philip Goldberg, como la cabeza de una “gran conspiración” en su contra. En febrero pasado el diplomático norteamericano tuvo que presentarse en las oficinas del canciller y del Ministerio de Gobierno más de una vez para explicar por qué aparecía en una foto junto a un conocido criminal colombiano y por qué un becario estadounidense había denunciado que los funcionarios de su embajada le habían pedido que investigue a los simpatizantes chavistas en Bolivia.