Desde México, D. F.

Que no. Poco más del 90 por ciento de los mexicanos que salieron a dar su opinión sobre la eventual privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex) rechazaron la intención de la administración de Felipe Calderón. Si bien el resultado de esta primera consulta (de tres programadas), realizada el domingo en la tercera parte del país, no obliga a los legisladores a rechazar las iniciativas presentadas el 8 de abril por el gobierno derechista de Acción Nacional, sería peligroso para la democracia mexicana no tomar en cuenta la opinión ciudadana, coincidieron observadores que llegaron de Bolivia, Brasil, Chile, Rusia,, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y Vietnam.

Si de cualquier forma el PAN y el PRI pretenden sacar adelante la iniciativa original de Calderón, o una propuesta priísta que solamente la matiza, “se van a equivocar”, advirtió Andrés Manuel López Obrador, el ex candidato presidencial de izquierda que ha impulsado el principal frente opositor en contra de la privatización de Pemex. “Estamos preparados, nos vamos a movilizar nacionalmente, pero no vamos a permitir que se entregue el petróleo”, anunció anteayer luego de depositar su opinión en una de las 5614 mesas receptoras instaladas sólo en la Ciudad de México.

López Obrador ha dado sobradas muestras de su capacidad de movilización de masas, primero en 2006 para denunciar el fraude electoral que, sostuvo, se cometió en su contra como candidato a la Presidencia de la República, que le dio el triunfo al derechista Felipe Calderón por apenas 0,56 por ciento de los votos nacionales, y luego, a principios de abril pasado, cuando diputados y senadores del PRD, PT y Convergencia tomaron las tribunas de la Cámara de Diputados y del Senado de la República durante 40 días para impedir que el PAN y el PRI aprobaran la apertura de la exploración en aguas profundas, transportación de crudo y construcción de refinerías al capital privado nacional y extranjero, prohibido expresamente en la Constitución desde unos años después de la nacionalización de esa industria, en 1938.

Esta maniobra obligó a realizar una serie de foros de discusión (18 en total) en el Senado, donde se analizaron todos los aspectos de la iniciativa derechista. Uno a uno, los argumentos de la administración de Calderón fueron derrotados técnicamente por especialistas en estos campos. Políticamente, también fueron apabullados funcionarios del gabinete de Calderón, intelectuales y legisladores panistas.

Al término de estos debates, el PRI presentó una iniciativa de reforma para Pemex que “corrige” la intención privatizadora panista. En realidad, la recoge casi completamente y solamente matiza las formas en que obtendrían ganancias los capitales privados que intervendrían en esta industria nacional. La propuesta del PRI –que sacaría a Calderón del atolladero en que se metió al no consultar con nadie su iniciativa– fue celebrada por el gabinete económico de Calderón, por “coincidente”.

Por eso, López Obrador ha advertido que las acciones de resistencia civil continuarán y se extenderán a todo el país si PAN y PRI pretenden imponer una reforma, y llamó al PRD, PT y Convergencia (integrantes del Frente Amplio Progresista que él mismo encabeza) a cerrar filas en momentos en “que un grupo, una minoría rapaz, quiere apropiarse del petróleo”.

Como sea, no será tan fácil esta vez. López Obrador tiene en contra no sólo a todo el aparato propagandísitco oficialista, sino a los principales medios electrónicos. Para colmo, su propio partido, el PRD, ha sido tomado por corrientes internas que se le oponen, e incluso la actual dirigencia provisional ha dicho que ese partido no participaría en movilizaciones ni acciones de resistencia. Aun así, López Obrador insiste en que gobierno y partidos deben respetar la opinión de la gente, en alusión a las preguntas planteadas en la consulta:

- Actualmente la explotación, transporte, distribución, almacenamiento y refinación de los hidrocarburos son actividades exclusivas del gobierno. ¿Está usted de acuerdo o no en que en esas actividades puedan ahora participar empresas privadas?

- En general, ¿está usted de acuerdo o no con que se aprueben las iniciativas relativas a la reforma energética que se debaten actualmente en el Congreso de la Unión? 1.544.058 personas respondieron. El 90,27 por ciento dijo “No”.

Aun sin alcanzar sus propias expectativas de participación, los organizadores esperan recabar la opinión de más de tres millones de personas al finalizar el ejercicio, que se repetirá en dos fechas más.