Fue extensa y difícil, como toda negociación salarial, pero las partes al final llegaron a un acuerdo: elevar el piso a 1240 pesos. La cifra se aprobó ayer por mayoría y no por unanimidad. La Central de Trabajadores (CTA) se abstuvo, restando los tres votos de sus representantes en el Consejo del Salario, debido a que consideró escaso el incremento, aunque reconoce otros puntos sobre los que se avanzó y que equilibraron una posición más dura de la entidad. El sueldo mínimo se elevará a 1200 pesos a partir del 1º de agosto y a 1240 desde el 1º de diciembre. Además de esta suba, se cumplió con una iniciativa de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner: la creación de cuatro comisiones de actividad permanente. Estas instituciones comenzarán a funcionar a partir de la semana que viene y la Confederación General del Trabajo (CGT) buscará en ellas conseguir la universalidad y aumento de las asignaciones familiares y la eliminación de la ‘tablita de Machinea’ para el mínimo no imponible de Ganancias. La CTA, por su parte, no conforme con lo cerrado ayer, intentará un nuevo aumento del mínimo antes de fin de año.

El Consejo se inició temprano, pero pasado el mediodía pasó a un cuarto intermedio hasta las 17. El plenario no se retomó hasta las 19.20. A la salida de la cartera laboral, el secretario adjunto de la CTA, Pedro Wasiejko, aseguró que el sector empresario se mantenía inamovible en su postura de aumentar 20 por ciento sobre el mínimo vigente de 980 pesos. La propuesta del sector empleador era de 1176 pesos y en tres pagos, siendo el último en enero próximo. En cambio, el titular de la CGT, Hugo Moyano, afirmó que no se habían “tirado cifras”. Hasta ese momento todo indicaba que la resolución podía hacerse esperar. En medio del receso el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se comunicó con la Presidenta para informarle que la negociación se encontraba algo trabada. La CGT pedía 1250 y los empresarios, los 1176 de su cálculo inflacionario. Tras varias conversaciones, Cristina sólo se mostró intransigente en la cantidad de tramos para los aumentos: “Sólo dos y que se den antes de que termine este año”, según informó a este diario una alta fuente de la cartera laboral. Una vez cerrada la cantidad de cuotas, empresarios y gremialistas comenzaron a hacerse presente en el piso 18º del edificio de Alem 650. Separados por una larga mesa blanca, a ambos lados primaban las sonrisas. Los consejeros del sector trabajador porque conseguirían un nuevo aumento para el mínimo y el empleador porque el impacto en sus costos sería menor. “Son unos pijoteros y lo van a seguir siendo, no me cabe la menor duda”, diría Moyano a la prensa a término del plenario de ayer, en referencia al sector empresario. El titular de la Unión Industrial (UIA), Juan Carlos Lascurain, contestaría a eso que “es una cuestión de criterio y de lugar”.

La reunión comenzó con la llegada de Tomada, de su vice, Noemí Rial, y de varios empresarios. La televisión de la sala de prensa que reproducía la reunión se apagó. Se estaban cerrando los puntos principales. Unos 40 minutos después tuvo lugar la conferencia de prensa. Al anuncio fueron Tomada, Moyano y Lascurain, secundados por el asesor de la UIA, Daniel Funes de Rioja, y del secretario de la CGT, Gerardo Martínez. “Se ha fijado el salario mínimo en 1240 pesos, 1200 a partir del 1º de agosto y 1240 a partir del 1º de diciembre”, anunció el ministro. Tomada resaltó además que “mejorar la distribución del ingreso en nuestro país y en democracia” es un desafío y ejemplificó que el Consejo es la institución “de democracia por excelencia”.

A su turno, Moyano rescató que por quinta vez “se haya logrado avanzar en el salario mínimo, con un incremento de 27 por ciento” y la puesta en funcionamiento de cuatro comisiones permanentes: empleo, productividad, políticas activas para capacitación, salario mínimo y subsidio por desempleo. El dirigente cegetista adelantó que irán por “un aumento de las asignaciones familiares, el pago universal de asignaciones y la eliminación de la tablita de Machinea en el mínimo no imponible” del impuesto a las Ganancias.

Lascurain le siguió en la exposición. El empresario se mostró más preocupado por la Ronda de Doha y de su impacto en el comercio exterior. La CTA habló en las puertas de la cartera laboral, como una manera de mostrar su desacuerdo. Pablo Micheli explicó a PáginaI12 que “lo positivo es que se haga el consejo y que se le dé continuidad, pero lo negativo es el monto fijado”. El dirigente gremial adelantó que pedirán el salario universal por hijo de 100 pesos “para todo menor de 18 años” y que no esperarán al año que viene para reclamar un nuevo aumento del mínimo.