Hugo Chávez anunció ayer que nacionalizará el Banco de Venezuela, del grupo español Santander. Es la primera vez que el presidente venezolano estatiza una institución financiera, y eligió una de las más grandes del país. “Hago un llamado al Grupo Santander para que vengan y empecemos a negociar”, aseguró Chávez en cadena nacional. Según explicó, los empresarios españoles estaban discutiendo una posible venta a un banquero venezolano y él les hizo saber que estaba interesado. “Ahí me dijeron que no querían vender. Ahora les digo: ‘Yo lo quiero y lo vamos a nacionalizar’. Nos hace mucha falta un banco de esa magnitud”, agregó el mandatario.

Según publicó anoche el diario español El Mundo, hacía meses que circulaban rumores en Madrid sobre una posible nacionalización. El mes pasado, el directorio del Banco Occidental de Descuento, la quinta institución financiera de Venezuela, salió a desmentir las versiones que decían que estaba por comprarles a los españoles el Banco de Venezuela. Según las versiones periodísticas, el magnate venezolano Víctor Vargas, un hombre con llegada al presidente Chávez, habría ofrecido 1200 millones de dólares.

El mandatario no quiso dar nombres, ni demasiadas precisiones, aunque adelantó que entregará a los medios documentación que comprueba que el grupo español ya había firmado un preacuerdo de venta por la filial venezolana. El banco en cuestión tiene presencia en todo el país con más de 300 oficinas, 661 cajeros automáticos y más de 12 mil puntos de venta. En su última declaración jurada, en marzo pasado, su capital ascendía a 169 millones de dólares y sus reservas de capital eran de 724 millones.

Hasta la crisis financiera de mitad de los ’90, el Banco de Venezuela era estatal y el tercero en importancia en el país. La falta de confianza en el sistema bancario local y las políticas neoliberales impartidas desde Washington llevaron a que el gobierno de Rafael Caldera Rodríguez aceptara venderlo al Grupo Santander. Los españoles compraron el 80 por ciento del paquete accionario por sólo 301 millones de dólares.

Con los años, el grupo español fue fusionándose con otros bancos venezolanos, como el Banco de Caracas, hasta convertirse en uno de los dos más importantes del país, junto con el BBVA, otra empresa de origen español. Según dejó deslizar Chávez ayer, la nacionalización quiere ser un primer paso para reconstruir la banca nacional, desarticulada durante la época del Consenso de Washington.

“Es un banco de mucha ganancia, pero la ganancia se la llevan. Queremos recuperar al Banco de Venezuela para ponerlo al servicio de los venezolanos. Este es un país que está recuperando sus riquezas y por eso hace falta un banco de esa magnitud, que siempre fue un estandarte”, señaló durante su discurso a la tarde. El año pasado, su beneficio neto fue de poco más de 325 millones de dólares.

Desde 2007, Chávez ordenó la nacionalización de las compañías de telecomunicaciones, electricidad, siderurgia y de las cementeras Cemex (México), Lafarge (Francia) y Holcim (Suiza). Además modificó los contratos con las transnacionales petroleras que operan en la Faja del Orinoco para convertir al Estado en el socio mayoritario de todos los pozos. En todos los casos, las empresas terminaron negociando la indemnización con el gobierno venezolano.