La decisión del Congreso golpista hondureño de dilatar el debate sobre la posible restitución del presidente legítimo Manuel Zelaya para después de las elecciones del 29 de noviembre cuenta con el aval del gobierno de Washington. “El acuerdo Tegucigalpa/San José firmado por las partes nunca estableció un calendario para el pronunciamiento del Congreso de Honduras. Su decisión del pasado martes de reunirse el 2 de diciembre para debatir sobre la restitución de Zelaya no necesariamente contradice el acuerdo”, señaló ayer Ian Kelly, vocero del Departamento de Estado. Según expresó Kelly, lo único que debería hacer el régimen de facto, de acuerdo con la letra del documento, sería restituir al presidente constitucional en su cargo en algún momento antes que expire su mandato, aunque ello sea 24 horas antes. “El acuerdo implica que Zelaya tiene que ser restituido antes de que concluya su mandato el 27 de enero de 2010, y no antes como él exige”, precisó el vocero. Con esa interpretación del acuerdo en mente, Craig Kelly, subsecretario de Estado adjunto para América Latina, señaló ayer que su país “mantiene el compromiso de seguir trabajando por el acuerdo”.