Desde Lima

Desde Lima y a sus 75 años, Abimael Guzmán, líder del desarticulado grupo armado Sendero Luminoso y en prisión desde 1992, quiere casarse, pero las autoridades no se lo permiten. Por eso ha iniciado desde el martes una huelga de hambre en su celda de la prisión militar en la que purga condena bajo un estricto régimen de aislamiento. Guzmán exige que se le permita contraer matrimonio civil con Elena Yparraguirre, número dos de Sendero y también recluida en un penal de Lima. Ambos fueron detenidos en septiembre de 1992 y condenados a cadena perpetua. Yparraguirre, de 62 años, también se declaró en huelga de hambre, la que anunció a través de una llamada telefónica a una radio local. Casarse les permitiría a ambos acceder al derecho de visita conyugal, con lo cual podrían reunirse periódicamente.

En una carta de una página escrita a mano, enviada al director del penal de la Base Naval en la que está detenido, Guzmán denuncia que se están violando sus “derechos fundamentales” y exige que las autoridades tramiten su solicitud para que pueda casarse con Yparraguirre y le permitan tener encuentros familiares “con mi compañera Elena Yparraguirre, que me acompaña en esta huelga de hambre”.

Abimael Guzmán y Elena Yparraguirre fueron detenidos por la policía el 12 de septiembre de 1992 en una vivienda de Lima. En ese momento, Yparraguirre, conocida como “Camarada Miriam”, era la segunda al mando de Sendero, organización maoísta dirigida por Guzmán, a quien sus seguidores llaman Presidente Gonzalo. Las imágenes de esa captura muestran a un sorprendido Guzmán y a una furiosa Yparraguirre parándose entre él y los agentes policiales gritando “no lo toquen, no lo toquen”. El Presidente Gonzalo y Miriam se conocieron a mediados de los años setenta, cuando Guzmán era profesor de filosofía de la Universidad San Cristóbal de Huamanga, en la región andina de Ayacucho, y líder del Partido Comunista del Perú por el Sendero Luminoso de José Carlos Mariátegui, conocido luego como Sendero Luminoso, fundado en 1970 como una de las múltiples escisiones de la izquierda maoísta. A fines de la década del setenta, Yparraguirre dejó a su esposo y sus dos hijos para enrolarse en Sendero y pasar a la clandestinidad. “Salí sin voltear atrás”, diría años después. Por entonces, Guzmán estaba casado con Augusta La Torre, hija de un líder comunista de Ayacucho y considerada la número dos de Sendero. A fines de los ochenta, La Torre murió, en circunstancias no aclaradas, e Yparraguirre ocupó su lugar, como pareja de Guzmán y segunda al mando de Sendero.

El grupo maoísta dirigido por Guzmán inició sus acciones armadas en mayo de 1980, un día antes de las elecciones para retornar a la democracia luego de doce años de dictadura militar. Su primer ataque se produjo en un pequeño poblado campesino de Ayacucho. Para entonces, Miriam ya era miembro de la dirección central de Sendero. Se desató entonces una guerra sucia entre Sendero y las fuerzas de seguridad, que dejó a la población en medio de dos fuegos. Según el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), la guerra interna dejó cerca de 70 mil muertos, la mayor parte campesinos. Según la CVR, el 54 por ciento de estas muertes fueron causadas por Sendero.

Poco después de su detención, Guzmán hizo, desde su prisión, un llamado público, difundido en un video por el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000), a sus seguidores para que depongan las armas. Yparraguirre apareció a su lado en ese video. A cambio de eso, Fujimori les permitió a Guzmán e Yparraguirre, que entonces estaban en la misma prisión militar, pasar largos momentos juntos. Pero en 2004, el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006) ordenó el traslado de Yparraguirre a otro penal.

La captura de Guzmán y su pronta abdicación produjeron la rápida debacle de Sendero Luminoso, una organización marcada por un exacerbado culto a la personalidad de su líder. Una pequeña facción disidente, llamada Proseguir, siguió con la lucha armada. Este grupo, que tiene unos 150 hombres armados, todavía opera en la agreste zona del Vrae, entre los Andes y la selva amazónica, donde ha realizado algunos ataques contra patrullas policiales y militares, aunque está aislado y sin mayores posibilidades de extenderse a otras regiones del país. Guzmán ha acusado a esta facción senderista de actuar al servicio del narcotráfico.

Desde que cayeron presos, Abimael Guzmán y Elena Yparraguirre defienden un acuerdo con el gobierno para una amnistía general, que los incluya a ellos y a todos los miembros de Sendero detenidos y también a policías y militares acusados de violaciones a los derechos humanos. Esa propuesta no ha encontrado respaldo. Ahora la lucha del Presidente Gonzalo y de la Camarada Miriam es poder casarse y pasar algunos momentos juntos.