El ex secretario de Transporte Ricardo Jaime fue procesado sin prisión preventiva, acusado de haber recibido dádivas de parte de empresas y hombres de negocios que le pagaban taxis aéreos. Así lo resolvió el juez federal Claudio Bonadío, que le imputa haber viajado al menos en 14 oportunidades invitado por compañías privadas, la mayoría de las cuales estaba bajo su control como funcionario. También fueron procesados los empresarios implicados, entre ellos Claudio Cirigliano –accionista de Trenes de Buenos Aires y Grupo Plaza–, el ex director de Jaime Manuel Vázquez –presunto testaferro y socio suyo– y el ex asesor de Asuntos Públicos de Aerolíneas Argentinas Jorge Molina. En cambio, recibieron falta de mérito el actual titular de Transporte, Juan Pablo Schiavi, y el secretario general de la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico, Ricardo Cirielli.

La investigación se inició en febrero de 2009, con una denuncia del ex titular de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas Manuel Garrido, quien señaló múltiples viajes irregulares realizados por el ex funcionario entre 2006 y 2008, principalmente a Brasil –a veces con escalas en Uruguay– y a Córdoba, incluso en varias ocasiones con su familia. Lo habitual –corroboró el juzgado de Bonadío– era que usara aviones de la empresa MacAir, que preside Carlos Colunga y pertenece al grupo Macri. Buena parte de los vuelos eran pagados por el Grupo Cirigliano, aunque también pagaban MacAir, otras firmas de Colunga y Manuel y Julián Vázquez, dos empresarios ligados de diferentes maneras al ex Secretario.

Bonadío le trabó a Jaime un embargo de 800 mil pesos. En el caso de Cirigliano, la cifra sería de 500 mil. El delito de dádivas prevé penas bajas: de un mes a dos años de prisión para los funcionarios (que también pueden quedar inhabilitados para ejercer cargos por seis años) y un año de máxima para los privados. A diferencia del cohecho (que requiere establecer que se da algo a cambio de una coima), la dádiva supone una presión o un condicionamiento tácito sobre el funcionario, que en este caso manejaba millones en subsidios y debía controlar a la mayoría de las empresas implicadas.

Cuando se presentó a la indagatoria, a comienzos de marzo, Jaime no contestó preguntas pero llevó por escrito la justificación de ocho de los catorce viajes que le cuestionan. Dos de ellos alegó que estuvieron vinculados con cuestiones oficiales y que eran vuelos de demostración ofrecidos por compañías de jets privados, lo que no podía considerarse una dádiva. Otros seis –donde viajaron sus familiares–, pagados por el Grupo Cirigliano, dijo que fueron contratados por su hermano Daniel, que vive en Brasil, a través de un estudio jurídico (Miguel Couto Advogados) al que recurre habitualmente en ese país.

En un escrito posterior habló de los demás vuelos. Dijo que no sabía que cuando voló a Brasil en enero de 2008 lo había hecho por cortesía de Aerolíneas Argentinas, invitación autorizada por Molina. Sobre otros, se escudó en que no lo pagaban empresas de transporte, sino Manuel Vázquez y su hijo Julián. El primero fue su asesor y, junto con Julián, también aparecen vinculados con Jaime en la causa por supuesto enriquecimiento ilícito que lleva adelante Norberto Oyarbide. El juez los investiga en relación a la compra de un Lear Jet de 4 millones de dólares y a la propiedad de un yate de un millón, que Manuel estaba autorizado para mover. Ese expediente pone de relieve, además, la importancia de los Vázquez en el entramado investigado por el juez: ambos están relacionados con la firma Delome que, según consideró Oyarbide a la hora de resolver la inhibición de bienes del ex funcionario, sería una “pantalla” utilizada por Jaime.

Además de Cirigliano, Molina, los Vázquez y Colunga fueron procesados los empresarios Gustavo Carmona, Alejandro Ventola, Carlos Lluch, Javier Patoqui, Ricardo Mario Izquierdo, señalaron allegados a la causa. Schiavi, quien compartió un viaje en taxi aéreo con Jaime en 2006, cuando era ministro de Planeamiento porteño, obtuvo falta de mérito. Igual que Cirielli –ex subsecretario de Transporte Aerocomercial– y la ex asesora de Jaime Laura Gouvert. El empresario Ricardo Rodríguez fue sobreseído.