Tras el fallo de la Corte de La Haya, los presidentes José Mujica y Cristina Kirchner acordaron reunirse para hablar sobre los pasos a seguir con respecto a Botnia. El encuentro se realizará en la Residencia Presidencial de Olivos, el miércoles a las 16, y tendrá como objetivo dar el marco dentro el cual la Argentina y el Uruguay normalizarán sus relaciones, que habían quedado prácticamente congeladas a raíz del conflicto.

El tribunal, al rechazar el pedido de relocalización de la papelera, sostuvo que el cuidado del río deberá ser coordinado por los gobiernos argentino y uruguayo, y convalidó a la CARU (Comisión Administradora del Río Uruguay, un ente binacional) como el organismo con la función de gestionar el río compartido. El control de los efluentes de la pastera quedó así como el principal tema a encarar, ya que desde que Argentina y Uruguay rompieron las negociaciones sobre las papeleras (es decir, desde la época de su construcción), cada país monitoreó por su lado el estado del río. El corte de ruta de Gualeguaychú estará también en la agenda, como el principal reclamo uruguayo.

El encuentro entre los presidentes fue arreglado por los cancilleres Jorge Taiana y Luis Almagro. Ayer los funcionarios esbozaron cuáles serán los próximos pasos para la puesta en práctica de las indicaciones que dio La Haya. Taiana señaló que la sentencia estableció que la CARU “tiene que hacer una vigilancia muy severa, y ésa es una tarea que deberemos realizar”. Almagro, por su parte, adelantó que su gobierno propondrá a Argentina actualizar el Tratado del Río Uruguay, firmado 1975. El funcionario argumentó que el Tratado, que venía siendo cuestionado por los uruguayos pero que el fallo de la Corte respaldó, necesita de un “estatuto ambiental”. Señaló también que su país insistirá en la importancia del monitoreo conjunto, y en las “consultas a la sociedad civil respecto de las normas ambientales”.

El presidente Mujica evitó comentar la sentencia. “Silencio y a trabajar mucho”, se limitó a decir al ser abordado por los medios luego de concretar la primera audiencia con un funcionario argentino tras el desenlace del caso. El mandatario recibió fuera de agenda y en un hotel del centro al gobernador bonaerense Daniel Scioli (ver aparte). Casi al mismo tiempo, en Buenos Aires varios integrantes del gabinete se expresaron en contra del bloqueo del puente San Martín.

“Hace tiempo que hemos dicho que el corte no ayuda a la defensa del interés argentino”, declaró Taiana, quien consideró que los vecinos de Gualeguaychú “deberían reflexionar sobre eso”. Por su parte, el jefe de gabinete Aníbal Fernández sostuvo que “hay que encontrarle en conjunto una solución” al corte del puente internacional. Fernández reiteró que e gobierno no piensa en un desalojo. “Nuestra política siempre ha sido la persuasión, creemos que la persuasión va a lograr sus resultados, hay que convencer sobre cuáles son las mejores formas de defender el interés argentino.”

Finalmente, Susana Ruiz Cerutti, quien encabezó el equipo encargado de la demanda ante La Haya, volvió a decirse “conforme” con el veredicto. La consejera legal de la Cancillería dijo que la decepción porque el tribunal permitió que Botnia siga funcionando no debería opacar el hecho de que no podrán instalarse otras papeleras sin el acuerdo de los dos países. “Lo espectacular hubiese sido que la Corte dijera ‘destruyan Botnia’. No dijo eso, dijo que todavía no se ha producido un perjuicio sensible al río. Sin embargo, ha verificado la existencia de momentos en que el funcionamiento de la planta ya se ha excedido en los topes de producción de contaminantes que permiten las normas aplicables”, señaló. La Corte “no ha calificado (esos hechos) como un perjuicio sensible sino que los ha calificado como episodios aislados. Ha dicho que Uruguay es responsable del funcionamiento de Botnia. Si se llegara a producir la comprobación de un perjuicio sensible de manera permanente en el río, Uruguay tendrá la responsabilidad de llegar, si es necesario, a desmantelar” la planta.