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La policía estadounidense arrestó a un joven estudiante de origen somalí que planeaba atentar con explosivos en Estados Unidos, informaron ayer voceros de la seguridad norteamericana. Según las fuentes, Mohamed Osman Mohamud (foto), de 19 años, pretendía hacer estallar una bomba en medio de la multitud que participaba de la ceremonia de encendido del árbol de Navidad en Portland.

Mohamud intentó agredir a los agentes que lo arrestaron anoche, luego de que intentara detonar un señuelo que las propias fuerzas le habían plantado en lugar de la bomba que el agresor pensaba que tenía, indicó. “La amenaza era muy real. Nuestra investigación demuestra que Mohamud estaba absolutamente decidido a realizar un atentado a una escala muy grande”, aseguró el agente especial del FBI en Oregon, Arthur Balizan.

Fuentes judiciales, citadas por la cadena televisiva Fox News, dijeron que el presunto cochebomba le había sido provisto por el propio FBI como cebo para detener al joven, quien se había contactado con extremistas islámicos para perpetrar un ataque en Estados Unidos.

“Quiero ver sangre y pedazos de cuerpos. Quiero que quien asista al evento se vaya de ahí muerto o herido”, le había dicho el joven de 19 años al agente encubierto que se contactó con él para ofrecerle colaboración en el ataque. Ayer, el agente le proveyó de una furgoneta blanca camuflada como un coche bomba y lo acompañó al lugar del atentado, mientras que otro oficial encubierto le dio un teléfono celular con el cual debía hacer explotar el vehículo.

Cuando el joven intentó activar el mecanismo, marcando un número predeterminado por sus falsos cómplices, fue arrestado por la policía. “No tenemos razones para creer que hayan otras amenazas relativas a este caso”, completó el fiscal Holton. Este es el tercer atentado que se frustra en Estados Unidos en un año, aunque en realidad es el primero que las fuerzas de seguridad lograron impedir.

El 25 de diciembre del año pasado, un joven que viajaba desde Yemen en avión fue reducido por los propios pasajeros del vuelo cuando el explosivo que llevaba en la cintura fallara al ser detonado. En mayo de este año, una furgoneta bomba estacionada en Time Square de Nueva York fue desactivada por las autoridades. “Hemos tenido mucha suerte”, había dicho entonces el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.