EL MUNDO › PREVE RECORTES DRASTICOS DEL PRESUPUESTO EN LA ENSEÑANZA

Italia aprobó la reforma educativa

El Senado italiano aprobó ayer la reforma educativa que prevé drásticos recortes a las partidas presupuestarias. Docentes y estudiantes inundaron las calles en los últimos días con su protesta y advirtieron al gobierno italiano que irán a la huelga tras el receso de Navidad.

Los congresistas parecen no haber escuchado los reclamos de los estudiantes frente a una ley que prevé la reducción de fondos, la fusión de los establecimientos más pequeños, el ingreso en los consejos de administración de “expertos” externos al mundo académico y la reducción del mandato de los rectores. El proyecto de reforma pasó ayer y lo hizo holgadamente. Fue aprobado por una contundente mayoría de 161 votos a favor frente a 98 en contra, mientras que seis parlamentarios se abstuvieron.

Más allá de las fracciones, los partidos políticos de la derecha se aglutinaron en favor de la propuesta del Ejecutivo italiano. Los votos que permitieron que la reforma sea un hecho provinieron del Partido del Pueblo de la Libertad (de Silvio Berlusconi), de Futuro y Libertad (FLI) y de la Liga del Norte. El Partido Democrático e Italia de los Valores se manifestaron en contra de la iniciativa, mientras que Alianza para Italia y Unión de Centro no se pronunciaron.

Los estudiantes secundarios y los universitarios apuntan sus misiles contra el gobierno de centroderecha porque está realizando un ajuste en el sistema educativo. Según informaron, el proyecto de la ministra de Educación, Mariastella Gelmini, traerá el año que viene un recorte de más de 900 millones de dólares en el nivel medio. La reforma también afectará a facultades y cursos que, según las autoridades, atraen a pocos estudiantes y arrebatan los recursos disponibles para otras áreas vitales de estudio. Además, de acuerdo con la flamante ley, por cada cinco profesores que se jubilen, sólo se contratará a uno nuevo.

La oposición de centroizquierda y todos los críticos con la ley apuntan que con este ajuste presupuestario se reducirán los fondos para proyectos de investigación y otras inversiones que deben hacer las universidades para garantizar unos estándares educativos altos. Para hacer oír su protesta, los estudiantes llenaron el miércoles las calles de toda Italia. Ese mismo día, una delegación de estudiantes se reunió con el presidente de la República, Giorgio Napolitano, y le pidió que no rubricara la norma. “Si usted firma la ley Gelmini establecerá la anulación del derecho a estudiar, uno de los derechos fundamentales de la Constitución, que es el pacto fundador de nuestra sociedad, que garantiza equidad y democracia”, escribieron los jóvenes. También los estudiantes le advirtieron al presidente que no descartan ir a la huelga después del receso de Navidad.

Las manifestaciones del miércoles derivaron en enfrentamientos con la policía, lo que terminó en la interrupción del tráfico en Roma y en otras ciudades italianas, como Milán, Nápoles, Palermo y Turín. Las marchas de la semana pasada arrojaron como saldo decenas de personas heridas. Mientras tanto, Berlusconi sigue tratando de apagar las críticas. “Los términos de la reforma universitaria fueron depositados hace dos años y discutidos por el gobierno nacional con los estudiantes”, se atajó Il Cavaliere.

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Docentes y estudiantes protestaron contra la polémica ley.
Imagen: EFE
 
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