Domingo, 8 de enero de 2012 | Hoy
EL MUNDO › EL GOBIERNO DE ITALIA INSISTE CON LA REFORMA LABORAL Y EXIGE APOYO EUROPEO
Mientras el gobierno quiere a toda costa reformar el sistema laboral, los sindicatos intentan, entre muchas otras cosas, evitar que la clase trabajadora se siga desangrando y que continúe aumentado la desocupación, hoy en torno del 8,6 por ciento.
Por Elena Llorente
Desde Roma
Después de las fiestas navideñas y en el marco de una crisis de desempleo que se agrava, la actividad política recomienza en Italia con un nuevo capítulo de la puja entre el gobierno y las centrales obreras. Mañana está previsto el primer encuentro de las centrales sindicales CGIL-CISL-UIL con la ministra de Trabajo, Elsa Fornero. Estos encuentros son de vital importancia tanto para el gobierno, que quiere a toda costa reformar el sistema laboral existente en el país, como para los sindicatos, que intentan, entre muchas otras cosas, evitar que la clase trabajadora se siga desangrando y que siga aumentado la tasa de desocupación, hoy en torno del 8,6 por ciento (poco más de 2140 millones de personas), el nivel más alto desde mayo de 2010, según el Istat (Instituto de Estadísticas de Italia).
La tensión entre el gobierno y los sindicatos, a causa de la desocupación y de la reforma del sistema jubilatorio, entre muchas otras cosas, parece haber llegado a una impasse, desde que la ministra Fornero aseguró que el artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores, no sería tocado por ahora. El artículo 18 se refiere a los despidos y garantiza a los trabajadores que no puedan ser despedidos fácilmente y sin una causa justificada.
El supuesto interés del gobierno por cambiar este artículo desencadenó polémicas y críticas de parte de los sindicatos y los partidos políticos, principalmente progresistas, como el Partido Democrático e Italia de los Valores. La ministra, cuando la discusión subió de tono a mediados de diciembre, aseguró que no tocaría el artículo 18 porque en ese momento había otros asuntos más urgentes por resolver. Pero el tema está siempre presente y los dirigentes sindicales temen que parte de la reforma que el gobierno quiere llevar adelante afecte a ese artículo que establece, entre otras cosas, que el trabajador despedido pueda recurrir a la justicia en caso de considerar no justificada la causa de despedido pero también que pueda recibir una indemnización al ser despedido, de 15 sueldos o más, según la antigüedad.
Pero lo que más asusta en las cifras del Istat es que la desocupación juvenil, es decir de jóvenes de entre 15 y 24 años, alcanza al 30 por ciento, es decir que uno de cada tres jóvenes está desocupado. Se trata de la cifra más alta desde 2004. A nivel general, según la misma fuente, el número de hombres desocupados aumentó un 6 por ciento en el último año, mientras las mujeres lo hicieron en un 5,2 por ciento aunque, desde el punto de vista general, son las que más pagan el precio de la crisis. El porcentaje de mujeres desocupadas, en efecto, llegó el 9,9 por ciento en comparación con el 8,6 por ciento que es la media nacional. Entre abril de 2008 y noviembre de 2011, dijo el Istat, se perdieron nada menos que 670.000 puestos de trabajo.
Por su parte el primer ministro Mario Monti se reunió el jueves en París con el presidente francés Nicolas Sarkozy y le manifestó que Italia ha hecho todo lo que debía hacer y que ahora le toca a Europa hacer su parte para calmar la inestabilidad de los mercados, que, entre otras cosas, siguen poniendo en peligro el pago de los bonos de la deuda italiana. Si sigue aumentando la diferencia entre los bonos alemanes y los italianos a 10 años –el llamado spread–, los bonos del estado italiano deben ofrecer una mayor tasa de interés para poder ser colocados en el mercado. Esto significa que, al final, Italia deberá desembolsar mucho más dinero para poder saldar su deuda con los que hoy compraron esos bonos a 10 años.
“Europa ha demostrado ser más débil de lo que muchos suponíamos –dijo Monti en París– en particular por las dificultades que ha encontrado para hacer frente a una crisis que no es del euro sino de problemas financieros y de balance de algunos países.” Y más adelante agregó que “Italia ha hecho un esfuerzo sin igual en comparación con sus colegas europeos. Era justo que lo hiciéramos y fue difícil aceptarlo para los italianos, pero lo aceptaron. Otras medidas serán tomadas en los próximos dos meses”. Ahora le toca a Europa “hacer su parte” y transformar las dificultades en “un paso adelante”, como ha hecho otras veces, enfatizó el primer ministro italiano luego de un almuerzo de trabajo con el primer ministro francés François Fillon y del encuentro con Sarkozy.
Los encuentros de Monti con los exponentes europeos continuarán el 11 de enero en Berlín, con la canciller Angela Merkel. El 18, Monti viajará a Londres para encontrar al primer ministro David Cameron. El 20 se realizará otra reunión entre los máximos exponentes de Francia, Alemania e Italia en Roma. Todas estas reuniones intentan preparar de la mejor manera el vértice del Consejo Europeo, el 30 de enero, del que se esperan algunas decisiones importantes.
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