Cien mil personas salieron ayer a las calles de Bilbao para pedirle al gobierno de Mariano Rajoy que repatrien a todos los presos políticos vascos al País Vasco. Esta fue la primera marcha organizada tras el anuncio, en octubre, del abandono de la lucha armada por la organización separatista ETA. “Hay muchos más que en la manifestación del 22 de octubre en la que marcharon 65.000 personas en Bilbao”, dijo uno de los organizadores, Benat Zarrabeitia. Detrás de la bandera que abría la marcha podía leerse en vasco y en inglés “Repatriad a Todos los Presos Vascos”. Unos 3000 miembros de familias de detenidos marchaban a la cabeza de la manifestación. Son 700 los detenidos de ETA en distintas cárceles españolas y francesas. “Hay que acercar a los presos. Me cuesta demasiado caro ir a ver a mi hijo”, declaró Begonia Mugruza, una jubilada de 60 años cuyo hijo está detenido en las Islas Canarias. Los manifestantes cantaban “Los presos vascos en el País Vasco”, al tiempo que respetaron las prohibiciones, ya que ninguna foto de presos condenados por terrorismo fue exhibida. “No todos los prisioneros políticos vascos son de ETA. Mi hijo fue detenido el 17 de enero de 2010. Es miembro de Batasuna” (el ala política de ETA, prohibida en 2003), afirmó Consu Mayo, cuyo hijo Gorka, de 32 años y padre de dos hijos, está detenido en una prisión al norte de Madrid. “Desde hace un año está detenido sin ser enjuiciado”, acusó.

La marcha, que se dispersó en calma hacia las 19 horas, respondió a la convocatoria de la plataforma Egin Dezagun Bidea (Hagamos el camino), una nueva organización que se presenta como una iniciativa ciudadana de apoyo a los detenidos vascos. En un manifiesto escrito en 13 idiomas, el colectivo pidió que los y las presas vascos sean trasladados a Euskal Herria y la liberación de los que cumplieron las tres cuartas partes de su condena y de los que están gravemente enfermos. “La dispersión ya no tiene legitimidad y es el origen de muchos accidentes en las carreteras y cuantiosos gastos para las familias de los presos. Se trata de una situación grave que hay que remediar”, dijo Amaia Esnal, una portavoz de Egin Dezagun Bidea. “Los gobiernos español y francés deben implicarse y hacer un gesto hacia los presos políticos”, concluyó Esnal.