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La Cámara de Diputados de España dio luz verde a una polémica ley de reforma laboral que abarata y facilita el despido pese a las ruidosas protestas que se registraron frente al Parlamento, organizadas por las centrales obreras, contra el proyecto del gobierno del presidente Mariano Rajoy. El texto fue aprobado por la Comisión de Empleos y Seguridad Social por 25 votos contra 17, y contó sólo con el apoyo del gobernante Partido Popular (PP) y la coalición nacionalista de derecha catalana Convergencia i Unió (CiU). La iniciativa fue rechazada por todo el arco opositor, incluyendo el socialista PSOE. “Contra la reforma laboral, huelga general”, coreaban los manifestantes, quienes también rechazaron la política de recortes del Ejecutivo, porque consideran que seguirá profundizando la crisis que sacude a España.

A pesar de haber implementado las políticas de ajuste y reformas exigidas por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), España continúa bajo la presión de los mercados que desconfían de sus sistema financiero y de la capacidad del gobierno para rebajar el elevado déficit público del país. Con el riesgo país en torno de los 500 puntos, por encima de la frontera del rescate financiero, Rajoy se negó a pedir ayuda a la UE a través del fondo de rescate y se limitó a realizar una reforma financiera con la que inyectará miles de millones de euros de dinero público en la banca para sanearla.

Durante la manifestación sindical de ayer se produjeron algunos momentos de tensión cuando la policía intervino a los empujones para contener la protesta. El acto frente al Parlamento fue convocado por las centrales Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT) como parte de las movilizaciones que comenzaron en la noche del miércoles en todo el país bajo el lema “Noche y día contra la reforma laboral”. Tras las protestas nocturnas, que también reunieron a cientos de personas (en Barcelona marcharon con antorchas), los sindicatos realizaron modestas concentraciones en distintos puntos de España para reiterar que la reforma laboral es injusta y perjudicial.

En este marco, los líderes de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, entregaron una carta a los diputados españoles para pedirles que rechacen la reforma laboral, horas antes de la aprobación del texto en la comisión. Tras su tratamiento en la Cámara baja, el proyecto pasará ahora al Senado, y está previsto que lo apruebe y lo devuelva a Diputados en junio para su sanción definitiva. “Desde que la reforma fue aprobada el 11 de febrero por decreto no ha hecho más que agravar la situación del empleo y la situación económica en nuestro país”, dijo Toxo al salir del Congreso. “El objetivo era recuperar la confianza, pero lo que ocurrió fue todo lo contrario, ya que aumentó la desconfianza en el exterior y, además, la preocupación y la desconfianza de la sociedad española”, apuntó Méndez. Con mayoría absoluta, el gobernante PP pactó con los nacionalistas catalanes de CiU algunas enmiendas para que la ley cuente con más respaldo, entre ellas, que el nuevo contrato con despido libre para los emprendedores y pymes esté vinculado a una tasa de desempleo superior al 15 por ciento.