Domingo, 29 de julio de 2012 | Hoy
EL MUNDO › AL MENOS TREINTA PERSONAS MURIERON EN LA CIUDAD SIRIA CASTIGADA POR BOMBARDEOS
Apoyados por aviones, helicópteros y artillería pesada, los soldados leales al gobierno del presidente Bashar Al Assad se enfrentaron a los rebeldes en el Sur y el Este de la segunda ciudad más importante del país.
Las fuerzas del gobierno sirio lanzaron ayer una ofensiva para recapturar los distritos en manos de los rebeldes en la ciudad norteña de Alepo y se enfrentaron con ellos. Como consecuencia murieron en la ciudad y sus alrededores una treintena de personas y, a nivel nacional, al menos cien habitantes.
Una vez más, Siria tuvo una jornada violenta en la que la Comisión General de Revolución documentó la muerte de 105 habitantes mientras que los Comités de Coordinación Local (CCL) informaron que al menos cien personas fallecieron. Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos detalló que, entre los muertos, hay unos 80 civiles y rebeldes y más de 16 efectivos de las fuerzas gubernamentales. El mayor número de víctimas se registró en Alepo y sus alrededores, castigada por los bombardeos de las tropas del régimen, que lanzaron ayer una gran ofensiva para recuperar los barrios en poder de la insurgencia. Apoyados por aviones, helicópteros y artillería pesada, los soldados leales al gobierno del presidente Bashar Al Assad se enfrentaron a los rebeldes en el Sur y el Este de la segunda ciudad más importante del país. El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos relató la existencia de fuertes enfrentamientos en los accesos al suburbio sudoeste de Salaheddin, un bastión del rebelde Ejército Sirio de Liberación (ELS). También existieron combates en Al Hamdaniya, Sajur y otros distritos en manos del ELS. De Al Sukkari huyeron los habitantes después de que cayeron allí morteros.
“Utilizan todo tipo de armas, pero nuestros rebeldes lograron repeler los avances de las tropas del régimen contra Salaheddin y Al Hamdaniya”, señaló el comandante del ELS, Abdu Omar Al Halebi. “Nuestros valientes rebeldes han destruido al menos cinco tanques, lo que obligó a los atacantes a retroceder”, agregó. Una fuente militar en la ciudad de Alepo dijo a la agencia de noticias cubana Prensa Latina, que el Ejército sirio capturó a 620 efectivos de los insurgentes del ELS, en su mayoría afganos, libios y tunecinos. En Damasco, la televisión estatal informó ayer que las fuerzas del gobierno recapturaron el distrito de Al Hayar Al Aswad, en el Sur de la capital, una de las áreas controladas por los rebeldes. Además, activistas señalaron que las fuerzas del gobierno bombardearon distritos rebeldes en la provincia central de Homs.
Los comandos rebeldes entraron por primera vez en Alepo –la capital económica del país, de más de dos millones de habitantes y situada a sólo 50 kilómetros de la frontera con Turquía– hace algo más de una semana. Al Assad envió refuerzos a allí para reconquistarla, dado que la batalla en el lugar podría ser decisiva en el resultado de la revuelta de la oposición contra su régimen que, desde el inicio en marzo de 2011, causó la muerte de más de 20 mil personas, incluyendo a unos 14 mil civiles. También los rebeldes reforzaron sus tropas con efectivos enviados sobre todo desde la provincia vecina de Idlib. Ante ese panorama, los países occidentales manifestaron su preocupación por la posibilidad de que se produzca una masacre en Alepo. El presidente de Francia, François Hollande, pidió ayer una intervención rápida del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para evitar nuevas muertes en Siria. “El papel de los países del Consejo de Seguridad de la ONU consiste en intervenir lo antes posible”, recordó. “Me dirijo nuevamente a Rusia y a China para que tomen en consideración que será el caos y la guerra civil si no se detiene al presidente sirio Bashar Al Asad en algún momento”, agregó el mandatario. Rusia y China, que apoyan a Damasco a nivel internacional, vetaron en tres ocasiones en menos de un año resoluciones de las Naciones Unidas sobre Siria. Quien también habló ayer sobre el tema fue el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, que afirmó que Rusia continuará sus contactos con la oposición siria y que no tiene intención de dar refugio en su territorio al presidente Bashar Al Assad. “Tanto en Rusia como en el extranjero, en donde está establecida esta gente, nos dicen (los miembros de la oposición siria, NDLR) que lo que está pasando (en Siria) es una revolución contra el régimen”, agregó el ministro. “Les explicamos que si es una revolución no hay que pedir que el Consejo de Seguridad los apoye”, continuó.
Los combates en Alepo se extendieron también al vecino Líbano, en la ciudad de Trípoli, en la costa norte, donde defensores y opositores de las fuerzas sirias se enfrentaron dejando un saldo de al menos 12 heridos, según la policía. En tanto, Turquía, otro país vecino, mostró preocupación con la posibilidad de que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) cree campos de entrenamiento en el norte de Siria y reclute jóvenes para la lucha en territorio turco teniendo en cuenta que el PKK ya tiene zonas de repliegue en Irak.
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