Domingo, 29 de julio de 2012 | Hoy
EL MUNDO › EL PRESIDENTE DE PERU, OLLANTA HUMALA, DEFENDIO SU GESTION AL CUMPLIR UN AÑO EN EL GOBIERNO
Con un largo discurso que hizo eje en los logros del gobierno en materia de ayuda social, el presidente peruano dijo que la inclusión social sigue siendo su prioridad y prometió adoptar una postura más dialoguista.
Por Carlos Noriega
Desde Lima
Con un mensaje de casi dos horas, marcado por un largo inventario de cifras de lo hecho, y de lo que su gobierno espera hacer, pero con poca fuerza política, el presidente Ollanta Humala celebró ayer su primer año en el poder. Humala llega a esta fecha con una aprobación que, según diversas encuestas, está entre 36 y 40 por ciento, y que registra una importante caída de 16 puntos en los últimos tres meses. Una caída que se ha dado en medio de una alta conflictividad social, especialmente por las protestas campesinas contra la contaminación causada por empresas mineras. Pero ese fue un tema al cual el presidente le dedicó muy pocos minutos. Y sobre el mayor conflicto social que ha arrinconado al gobierno –las protestas contra un megaproyecto minero de oro en Cajamarca, que ha producido en un año la caída de dos gabinetes ministeriales–, Humala solamente se refirió en forma indirecta. De los 17 muertos durante su gobierno por la represión a las protestas sociales, el presidente no dijo una palabra.
En su mensaje anual al país, Humala buscó convencer que no se ha olvidado de sus promesas de cambio. Los críticos y los defensores del presidente coinciden en que éste ha olvidado sus promesas de cambio económico y social contenidas en su plan original de gobierno, llamado “la gran transformación”, y dado un viraje a la derecha. La diferencia está en que la izquierda, los sindicatos y los movimientos sociales, que apoyaron la candidatura de Humala, critican duramente ese cambio y se han alejado del gobierno, mientras que la derecha y los sectores empresariales, que atacaron con fuerza a Humala durante la campaña, lo aplauden con entusiasmo.
“Me reafirmo en lo medular de mi propuesta. En este primer año hemos comenzado a sentar las bases para la gran transformación, que es crucial para nuestro futuro”, dijo Humala al inicio de su largo discurso. Hacia el final repitió las mismas palabras. “No hemos avanzado todo lo que nos proponíamos alcanzar –admitió el presidente–. Todo comienzo es difícil, más aún cuando la saludable ambición de querer hacer las cosas con celeridad y resultados concretos en el menor tiempo posible no sintoniza con un marco institucional endeble. Pero, a pesar de eso, hemos logrado avances y resultados.”
Con esta declaratoria de compromiso con su propuesta original de la gran transformación, Humala ha intentado, en su discurso, un acercamiento con esas bases populares que lo llevaron al poder y que se han distanciado de su gobierno acusándolo de olvidarse de sus promesas de cambio. Pero el presidente va a necesitar más para recuperar el apoyo que ha perdido. Como para reforzar su compromiso con la inclusión social, que fue un eje medular de su campaña electoral, Humala dedicó largo espacio de su extenso mensaje a destacar los programas sociales de su gobierno y a dar cifras del incremento de la cobertura de la ayuda social del Estado.
En diálogo con Página/12, Nelson Manrique, historiador y analista político, se mostró escéptico del compromiso que Humala expresó con la “gran transformación” que, según la oferta de campaña electoral, implica una política de cambios económicos y sociales para mejorar la redistribución de ingresos en el país y terminar con la actual situación que concentra los beneficios del crecimiento económico en un sector minoritario. “Es una señal involuntaria de humor”, dijo, irónico, Manrique, sobre el anuncio presidencial de reafirmar este compromiso. “Los programas sociales que ha puesto en marcha el gobierno son de carácter asistencialistas. Esa es la gran transformación para Humala”, dijo Manrique. “En el mensaje de Humala –agrega– no ha habido una sola línea sobre la necesidad de cambiar el modelo de acumulación y que la población no dependa de los programas sociales y pueda desarrollar una vida digna. El de Humala es un gobierno de continuidad. Este mensaje ha sido más de lo mismo.”
Carlos Reyna, politólogo y profesor de la Universidad Católica, tiene una opinión distinta, ya que ve en el mensaje de Humala una corrida al centro del espectro político. “Humala se había corrido a una derecha extrema, pero con este mensaje, bajo la presión de las protestas sociales en Cajamarca, ha dado un giro al centro y ha retomado algunos aspectos de su propuesta original de la gran transformación. Esa corrida al centro se expresa también en el reciente cambio de gabinete ministerial”, señala Reyna. Esta semana Humala cambió a su primer ministro, el militar en retiro Oscar Valdés, que había defendido una política de mano dura y no diálogo con los movimientos sociales, y ha puesto en su lugar al ex ministro de Justicia Juan Jiménez, que ha dicho que su gabinete priorizará el diálogo.
El sociólogo y ex asesor del gobierno de Humala, Sinesio López, coincide en que el mensaje del presidente incorpora un viraje al centro luego de haber estado gobernando con la derecha en los últimos meses. “Creo que hay un giro al centro en este mensaje. Humala no llega a colocarse en el centroizquierda en el que estuvo al inicio de su gobierno, pero se mueve de la derecha al centro. El cambio del gabinete ministerial, con el que se pasa a una postura más dialogante, está en esa línea.”
Sin embargo, López coincide con Manrique en que la inclusión social ofrecida por Humala se ha limitado a programas sociales asistencialistas. “El Estado tiene ahora más recursos económicos y se está destinando más dinero a los programas sociales, pero son programas sociales básicamente clientelistas. No hay un avance real en una inclusión social. Hay un giro al centro de Humala en lo político, pero en lo económico el gobierno se mantiene en la derecha neoliberal.”
Humala no mencionó directamente el conflicto social en Cajamarca por las protestas contra una mina de oro, pero su propuesta de un cambio constitucional para declarar al agua un derecho fundamental es, sin duda, consecuencia de ese conflicto, en el que la población campesina rechaza la mina acusándola de afectar el abastecimiento de agua en la zona. También anunció cambios en la legislación ambiental, pero no dio detalles de cuáles serían estas modificaciones. “Estos anuncios son un cambio importante, son una muestra del viraje al centro que ha dado Humala en este mensaje”, dice Carlos Reyna.
Humala hizo una mención muy breve a la política internacional del gobierno. Y lo hizo para enfatizar su apuesta por los tratados de libre comercio, su apoyo al fortalecimiento de Unasur y su acercamiento al Mercosur.
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