Berlusconi y Ruby Rompecorazones, protagonistas de una trama de prostitución en la residencia del ex premier.
Imagen: AFP.

Silvio Berlusconi pagó por tener sexo con la bailarina marroquí Ruby y sabía que era menor de edad. Así lo determinó el tribunal de Italia que en junio condenó al ex primer ministro por haber contratado los servicios sexuales de una prostituta menor de edad. Ayer, el mismo tribunal afirmó en los fundamentos de su fallo que Berlusconi falsificó pruebas y pagó a testigos para evitar ir a prisión. En un escrito de 326 páginas, la Corte de Milán dijo que, a lo largo del juicio de dos años, se acreditó la existencia de un “sistema de prostitución” en la residencia de Berlusconi, en Arcore, donde jóvenes, “algunas de ellas prostitutas profesionales”, mantenían relaciones sexuales “en múltiples contextos”. El documento, plagado de referencias sexuales explícitas, agregó que el magnate de los medios era quien dirigía las exhibiciones sexuales de las jóvenes e impulsaba el denominado “bunga bunga”, en el que las chicas “competían por satisfacer los deseos del imputado”.

Para el tribunal, también resultó probado que, en estas orgías, Berlusconi realizó “actos sexuales” con la marroquí Karina el Mahroug a cambio de “ingentes cantidades de dinero” y joyas y que sabía que la joven, apodada por la prensa Ruby Rompecorazones, tenía 17 años en el momento de los encuentros, que fueron en 2010. El documento agregó que los jueces, que el 24 de junio condenaron a Berlusconi a siete años de prisión y lo inhabilitaron de forma vitalicia para ejercer cargos públicos, habían descubierto “persistentes delitos consistentes en la sistemática falsificación de evidencia y el pago de testigos” por parte del ex premier conservador.

Los magistrados dijeron que estaba claro que Berlusconi sobornó a 32 testigos que declararon no haber visto nunca escenas de sexo en las infames veladas que se llevaron a cabo en la residencia del político. El ex premier y El Mahroug, de 21 años, negaron haber tenido sexo. Ninguno de los dos declaró durante el juicio. Según la ley italiana, la condena a prisión de Berlusconi queda en suspenso hasta que se agoten las instancias de apelación. Se espera que el caso llegue a un tribunal de apelaciones el año próximo.

La publicación de los fundamentos del fallo llegó una semana antes de que el Senado vote si expulsa a Berlusconi por otra condena a prisión por fraude fiscal, ratificada en agosto por el Tribunal Supremo de Italia. Los abogados del dirigente, Niccolo Ghedini y Piero Longo, manifestaron en un comunicado que los fundamentos de la Corte eran surrealistas, totalmente contrarios a la lógica y a los principios fundamentales de la ley. “Falsedades, barro y vulgaridades. No hay otras palabras para describir el escrito, publicado hoy (por ayer), sobre el llamado juicio Ruby”, dijo por su parte Renato Brunetta, jefe de la bancada del partido de Berlusconi, Forza Italia, en la Cámara de Diputados.

La Corte también halló culpable a Berlusconi de abuso de poder por haber llamado a la policía para que liberara a El Mahroug luego de que ésta fuera detenida acusada de robo. Sus abogados habían argumentado que su cliente creía que la joven era sobrina del ex presidente egipcio Hosni Mubarak y que quiso evitar un incidente diplomático, pero los jueces estuvieron de acuerdo con los fiscales en que en realidad se trató de una estratagema para ocultar su relación con la menor.

Cuando en agosto el Tribunal Supremo ratificó su sentencia de cuatro años de cárcel para Berlusconi por fraude fiscal, el magnate de la comunicación no dudó en repudiar el fallo a través de un video, grabado en su residencia romana. Con un tono de indignación, se autodefinió como una víctima de la persecución judicial y prometió que no iba a renunciar a la política ni a la esperanza de que los italianos descubrieran el ataque que ejercían los jueces sobre el país.

“No seremos más un país sometido al ejercicio absolutamente arbitrario del más terrible de los poderes, el de privar a un ciudadano de su libertad. Espero que esta sentencia haga abrir los ojos a los italianos que no han sido conscientes de la realidad del país y han malgastado el voto o no han votado. Si sabemos estar unidos, juntos, recuperaremos la verdadera libertad”, arengó.

La sentencia contemplaba parte de la solicitud del fiscal general del Supremo, Antonio Mura, quien en la primera vista del juicio había pedido que se confirmara la condena al ex premier por fraude fiscal, aunque con una rebaja en la inhabilitación, que la fiscalía calculó de 5 a 3 años. En esa oportunidad, el magistrado tampoco había accedido al pedido del fiscal de que fueran los jueces del Supremo quienes calcularan la inhabilitación.

La condena por fraude fiscal tuvo su origen en un caso por aumento artificial del precio de derechos de transmisión de películas estadounidenses, entre 1994 y 1999, en una compraventa por 470 millones de euros por parte de Mediaset (el grupo audiovisual de Berlusconi), para evadir dinero al fisco y desviarlo a cuentas en el extranjero. Luego del pronunciamiento del tribunal, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, señaló que encontraba un “clima más distendido” en el país, pidió confianza y respeto a la magistratura e indicó que Italia necesitaba reencontrar serenidad y cohesión sobre temas institucionales para salir de la crisis. Menos diplomático, el líder opositor Beppe Grillo había dicho después de conocer el veredicto: “Berlusconi ha muerto. Viva Berlusconi”. Y agregaba en su blog que la sentencia era “como la caída del Muro de Berlín en 1989”.