La Unión Europea (UE) designó ayer a un conservador y a una socialdemócrata en puestos clave para asegurar el equilibrio dentro de la organización. Los jefes de Estado y de gobierno de los veintiocho países que integran el bloque eligieron al primer ministro de Polonia, Donald Tusk, del derechista Plataforma Cívica, como nuevo presidente del Consejo Europeo y a la canciller italiana Federica Mogherini, del Partido Democrático (PD) de Matteo Renzi, como Alta Representante de la UE para la Política Exterior, según anunció el ahora predecesor del polaco, Herman Van Rompuy. La política de ajuste que viene llevando adelante el bloque no ha hecho más que empeorar la situación económica: el PIB de Alemania retrocedió en 0,2 por ciento, el de Francia quedó en cero, mientras que Italia cayó en recesión. En un contexto de estancamiento, los Veintiocho convocaron una cumbre el 7 de octubre a favor del empleo, el crecimiento y la inversión.

La designación del conservador Tusk, de 57 años, como sustituto de Van Rompuy al frente del Consejo Europeo, aumenta el poder de Polonia y de los países del este dentro de la UE, y refuerza así la línea dura contra Rusia en plena crisis en Ucrania. La Unión Europea busca reposicionarse tras el enfrentamiento entre Kiev y Moscú en los últimos meses por el levantamiento de los separatistas pro-rusos del este ucraniano. Y, de hecho, el bloque se muestra dispuesto a endurecer las sanciones a Rusia. En el encuentro de ayer, los jefes de Estado se manejaron en el plano retórico, declarando que su intención es adoptar más medidas para presionar al gobierno de Vladimir Putin y pidieron que la Comisión Europea las prepare de “forma urgente”. El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, participó del encuentro.

Como presidente del Consejo Europeo, la principal tarea de Tusk será buscar acuerdos entre los miembros del bloque en materia de economía y política internacional. Su principal desventaja es que no habla inglés ni francés, sólo alemán, un dato que los analistas destacan como curioso por tratarse de un líder investido para cumplir funciones en el marco de un organismo comunitario. Con la canciller alemana Angela Merkel, una de sus principales aliadas, habla sin traductores porque su región de origen forma parte del territorio que Berlín consideraba suyo.

El premier polaco es el fundador y líder de Plataforma Cívica y dirige el gobierno polaco desde 2007. Nació en la ciudad de Gdansk, en cuya universidad se graduó en historia. Allí fue uno de los fundadores del comité de estudiantes del sindicato Solidaridad, que jugó un papel fundamental en la caída del régimen comunista. De marcado perfil proeuropeísta, es defensor del liberalismo económico y del conservadurismo social.

Por su parte, Mogherini asumirá en lugar de Catherine Ashton y se convertirá en una de las vicepresidentas de la nueva Comisión de Jean-Claude Juncker, que empezará a funcionar el 1º de noviembre. Con la elección de Mogherini, los líderes europeos mantienen el patrón de perfil bajo por el que se guiaron en 2009 para nombrar a Ashton. Nacida en Roma y licenciada en Ciencias Políticas, Mogherini inició su carrera política como diputada en 2008 y en 2013 fue nombrada presidenta de la delegación italiana en la Asamblea parlamentaria de la OTAN. Se convirtió en febrero de este año en la titular de Exteriores italiana más joven de la historia dentro del Ejecutivo formado por Matteo Renzi, el también primer ministro más joven. Su nombramiento había sido cuestionado, ya que Mogherini –hasta entonces una diputada y desde pocos meses antes responsable de Exteriores del PD– sustituía en este puesto a la gran experta Emma Bonino.

El hecho de ser mujer y pertenecer a la familia socialdemócrata fue un argumento de peso en las negociaciones para el reparto de los altos cargos de la UE, en donde los países miembros buscan respetar los equilibrios de género, políticos y geográficos. “Este tándem polaco-italiano es ideal para resolver varios problemas, empezando por la paridad hombre-mujer. También da relevancia al Este y al Sur y contenta a la familia de los populares –conservadores europeos–, a la que pertenece Tusk, y a la de los socialdemócratas, que cuentan con Mogherini. Además, la italiana ha tendido puentes con Rusia en los últimos tiempos, mientras que las desavenencias de Tusk con Putin son más que notables”, subrayó la versión española del Huffington Post.

Con la designación de Mo-gherini, Renzi consigue su primera victoria en Europa y hace valer el peso de su partido, que en las últimas elecciones europeas alcanzó el 40 por ciento de los sufragios y se convirtió en el más votado en la UE.