EL MUNDO › APROBARON EN ALEMANIA EL MAYOR AJUSTE ESTRUCTURAL DESDE 1945
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Por Tony Paterson *
Desde Berlín
Los planes del canciller Gerhard Schroeder para revivir la enferma economía de Alemania fueron aprobados finalmente ayer por ambas cámaras del Parlamento, colocando al país en camino a las reformas impositivas, laborales y de bienestar social de mayor alcance desde la Segunda Guerra Mundial. En sesiones separadas, las cámaras alta y baja de Alemania votaron por claras mayorías en favor de respaldar los programas de la controvertida Agenda 2010, que incluye un recorte impositivo de 15.000 millones de euros para el año próximo, y cambios en la protección al empleo y la política ante el desempleo, hasta ahora sin precedentes en la economía más grande de Europa.
La votación fue una victoria personal para el canciller, que había amenazado con renunciar si el Parlamento rehusaba apoyar su programa. El paquete fue aprobado después de nueve meses de arduas negociaciones, que incluyeron a parlamentarios socialdemócratas rebeldes en la coalición de Schroeder y democristianos opositores, que habían amenazado con bloquear el programa en la Cámara alta del Parlamento, controlada por los conservadores. Ayer, el canciller dijo que la aprobación parlamentaria para su paquete indicaba que la economía alemana, finalmente estaba otra vez en marcha después de casi dos años de estancamiento: “Esto será reconocido en el exterior. Terminará la charla sobre la enfermedad alemana. Alemania se volverá una vez más, una propuesta atractiva para la inversión extranjera”, dijo.
Schroeder llegó a un acuerdo con la oposición conservadora el lunes, que llevó al recorte a la mitad de sus propuestas de reducción de impuestos, mientras se reforzaban varias de sus reformas en bienestar social y desempleo. Bajo los programas ratificados hoy, leyes de protección del empleo, hasta ahora restrictivas serán flexibilizadas para permitir a las pequeñas compañías despedir trabajadores con poco preaviso. Los beneficios de desempleo y bienestar social serán fusionados para reducir costos. Al mismo tiempo, los desempleados de larga data de Alemania serán penalizados si rehúsan aceptar trabajos, aunque éstos paguen menos que los sueldos aceptados por los sindicatos. El programa también incluye medidas para subir los impuestos al tabaco, baja los impuestos a los ingresos personales e introducir una amnistía para los contribuyentes que declaren reservas de capital extranjero hasta ahora mantenidas en secreto.
Schroeder ha afirmado repetidamente que la ratificación de la Agenda 2010 era esencial para poner en marcha una recuperación de la economía alemana y reducir la enorme carga nacional de 4,2 millones de desempleados. Sin embargo, la oposición democristiana criticó ayer el programa, porque no limita el poder de negociación colectiva de los sindicatos y de imposición de bases salariales, que se consideran disuasores para la inversión. “Por supuesto, nos gustaría haber visto mucho más”, dijo la líder conservadora Angela Merkel. Y los líderes empresarios alemanes han insistido en que las reformas de Schroeder tendrán poco impacto en la economía y han pedido medidas más draconianas.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.