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Por Sandro Pozzi *
Desde Nueva York

Daniel Libeskind y David Childs presentaron el jueves, después de meses de discusión, el diseño definitivo del magistral edificio que se levantará sobre el vacío que dejaron en pleno corazón de Manhattan los atentados del 11 de septiembre de 2001. Se lo ha bautizado como “Torre de la Libertad” y medirá en total 610 metros de altura. Será el rascacielos más alto y seguro jamás construido en el planeta, según los dos arquitectos. Y aseguran que todo lo que se construya sobre la “zona cero” se hará para rendir homenaje a todas las 2742 víctimas por el colapso de las Torres Gemelas.
El nuevo diseño del World Trade Center conserva la esencia del proyecto original propuestos por Libeskind, cuando ganó el concurso para la reconstrucción de la zona más baja de la isla de Manhattan. La mano de Childs se ha utilizado para “suavizar” los aspectos más agresivos del diseño. “Debía ser un edificio puro y simple en su forma”, dijo Childs. No ha sido fácil poner a estos dos genios de la arquitectura moderna de acuerdo sobre el diseño definitivo de la Torre de la Libertad, y durante meses han discutido sobre el tamaño y su forma.
Anteayer, los dos arquitectos reconocieron que la experiencia de trabajar juntos ha sido muy enriquecedora a pesar de que su relación profesional fuera producto de un “matrimonio forzado”. “Las mentes creativas siempre piensan diferente sobre cómo deben hacerse las cosas”, dijo Childs, “y no me gusta trabajar con gente que se limita a decir sí a las cosas”.
La Torre de la Libertad pretende ser una réplica “moderna” y “simbólica” de la antorcha que sustenta alzada con su brazo derecho, al otro lado del Hudson, la estatua de la Libertad, tal y como quería Libeskind, creador del Museo Judío en Berlín. Para conseguir ese efecto, en la cima del edificio se colocará una enorme flecha transparente y asimétrica, orientada hacia el Oeste, que gracias al viento generará a la vez el 20 por ciento de la energía que consumirá la construcción.
Una antena recta de telecomunicaciones permitirá al magistral edificio rascar el cielo. Los elementos en suspensión han sido tomados del Puente de Brooklyn y la base de la torre estará ligeramente torcida. El corazón del edificio medirá 541 metros de altura y con la antena se elevará hasta los 610 metros, que pasados a pies coincide exactamente con el año de la Independencia americana (1776). Se romperá así con el record que ostentan las Torres Petronas en Kuala Lumpur (425 metros).
A pesar de su espectacular altura, el cuerpo de la Torre de la Libertad contará con 70 pisos. David Childs aseguró que el edificio integrará “las normas más sofisticadas en términos de concepción, de seguridad, de calidad y de tecnología”. La primera piedra del edificio central del futuro World Trade Center se colocará durante el verano de 2004 y el objetivo es tener la obra finalizada para 2008. En lo más alto de la Torres está previsto que vuelva a abrir sus puertas el famoso restaurante “Windows on the world”, que estaba situado en la Torre Norte del World Trade Center.
A la presentación del diseño definitivo de la Torre de la Libertad asistieron el gobernador del Estado de Nueva York, George Pataki, y el alcalde Michael Bloomberg. “Va a mostrar al mundo hasta qué punto Nueva York es fuerte y tiene confianza”, afirmó Pataki. Bloomberg, por su parte, dijo que con la nueva Torre la ciudad “volverá a recuperar el skyline (contorno en el horizonte)” que perdió el 11 de septiembre de 2001.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.