El equipo de campaña de la aspirante presidencial demócrata, Hillary Clinton, atacó ayer a su rival republicano, Donald Trump. Mediante un video, lo criticaron por no hacer públicas sus últimas declaraciones a la Hacienda estadounidense.

“¿Qué está escondiendo Donald Trump? Cada uno de los candidatos presidenciales demócratas y republicanos desde 1976 han publicado sus declaraciones fiscales. ¿Dónde están las de Trump?”, se pregunta el video de campaña de Clinton, publicado ayer, que anuncia que todos los nominados a presidente han mostrado sus declaraciones fiscales, aunque esto no es obligatorio por ley.

En la misma línea de ataque contra Trump, la favorita para lograr la nominación demócrata, Hillary Clinton, habló el miércoles en New Jersey y preguntó por qué Trump no reveló aún información sobre cuánto gana y cuánto paga de impuestos. “Cuando te presentás como candidato a la presidencia, especialmente cuando te convertís en el nominado, se espera que lo muestres. Mi esposo y yo hemos publicado 33 años de declaraciones fiscales, que ya lleva ocho años en nuestra web. Entonces, tengo que preguntar, ¿por qué no las muestra? Bien, ya lo averiguaremos”, dijo.

El video pone en evidencia las múltiples veces que Trump declaró previamente que los iba a mostrar. En una entrevista del 2011, el magnate proclamó que lo haría si el presidente Barack Obama presentaba su certificado de nacimiento. Luego, en 2015 utilizó la excusa de que los sacaría a la luz si se llegaba a presentar como candidato a la presidencia y se comprometió a revelarlas antes del primer debate republicano. Ambas condiciones se cumplieron, sin embargo Trump sigue ocultándolos. En una entrevista de televisión con la cadena ABC el viernes, aseguró que los estadounidenses no tienen por qué acceder a sus declaraciones y argumentó que está siendo auditado por Hacienda Pública (IRS) respecto de sus impuestos del 2009. Sin embargo, la Hacienda no prohíbe revelar detalles en medio de una auditoria. “No es de tu incumbencia. Ya lo verás cuando lo publique, pero hago lo que puedo para pagar lo menos posible”, afirmó Trump al periodista George Stephanopoulos, luego de asegurar en la entrevista que no tiene cuentas en bancos suizos, ni sociedades en paraísos fiscales y que su empresa está limpia. Luego, a través de Twitter el magnate escribió que los va a publicar cuando se termine la auditoría y no después de las elecciones.

Una vez más, las palabras de Trump despertaron voces en contra. Tras la entrevista, Mitt Romney, candidato del Partido Republicano a la presidencia en el 2012, fue muy critico con el millonario en su cuenta de Facebook. “Descalifica a un nominado presidencial moderno el rechazar la publicación de sus declaraciones de la renta”, indicó Romney. “Las declaraciones de impuestos dan al público la confirmación de la veracidad de cuestiones acerca del candidato como sus donaciones benéficas, sus prioridades, su riqueza, su cumplimiento fiscal y sus conflictos de intereses”, añadió. El ex candidato además rechazó la justificación del magnate de que no los publica porque está siendo auditado y aseguró que sólo hay una explicación lógica y es que hay una bomba en ellos de dimensiones extraordinarias. El 24 de febrero, Romney ya había insinuado que Trump mintió sobre sus finanzas personales. “Ya sea que no es tan rico como dice que es, o que no ha pagado los impuestos que esperaríamos que hubiese pagado o quizá que no ha donado dinero a los veteranos o a los minusválidos como nos ha dicho que ha hecho”, puntualizó entonces el ex candidato.

Clinton es la favorita para ser coronada como candidata presidencial en noviembre entre los demócratas. Sin embargo, su rival, el senador de Vermont Bernie Sanders, le presenta una lucha reñida en la obtención de votos en las primarias. Según la gran mayoría de los sondeos, Hillary lleva la ventaja frente a un potencial enfrentamiento con el empresario Donald Trump, candidato de los republicanos, que tiene una valoración poco favorable entre muchos estadounidenses, con índices de desaprobación que alcanzan el 60 por ciento. A pesar de sus múltiples ataques personales y un juego no tan limpio, Trump está haciendo avances en estados proclives a los demócratas.