EL MUNDO › LA FIDELIDAD, CARTA POLITICA DEL PREMIER ITALIANO

Las nenas de papi Berlusconi

Por Peter Popham *
Desde Roma

Su padre, el hombre más rico de Italia, ha dominado la vida de la nación durante los últimos diez años: su nombre, su cara y sus opiniones están por todos lados; inevitable. Pero las hijas adolescentes de Silvio Berlusconi, Bárbara (19) y Eleonora (18), han sido criadas como princesas en un viejo cuento de hadas: crecieron en las inmensas tierras de Villa Belvedere, 28 kilómetros desde Milán; se educaron en el sistema de Rudolf Steiner (sin televisión, con mucho arte), aprendieron a tocar el piano y el arpa, y se relajaron con caminatas con los perros o haciendo equitación.
Eso es, al menos, el mundo inmaculado y excéntrico de las hermanas Berlusconi, hijas de la segunda mujer del premier, Verónica Lacio, como aparecieron ayer en la edición italiana de Vanity Fair. Es una entrevista –la primera que concedieron– que se lee como si hubiera sido cuidadosamente cultivada en la Villa Belvedere. De su relación con su padre, por ejemplo: “Papá ha perseguido siempre sus objetivos de un modo total –entona Bárbara–, y eso le ha permitido proyectarse al mundo, pero a expensas de una vida familiar incompleta. A pesar de la distancia, nuestra relación está cargada de afecto, confianza y estima”, suena como si ella estuviera leyendo sus líneas. Pero Bárbara, quien ya forma parte de la directiva de la compañía financiera Fininvest de Berlusconi, tiene algunas palabras duras para papi: urge a que venda las compañías de televisión. “La televisión es una industria difícil de manejar y sufre gran inestabilidad”, dice. “El punto es que en un mercado como el nuestro, globalizado, las inversiones de Fininvest no deberían estar tan concentradas en Italia.”
Sin embargo, las chicas siguen fielmente detrás del hombre mayor. ¿Conflicto de intereses? “Mi padre divide perfectamente la política y los negocios”, dice Bárbara. ¿A qué candidato elegimos en la última elección? “Es perfectamente obvio”, subraya Eleonora. Y los caprichos de las teenagers quedaron atrás. Un acto de rebeldía publicitado sobre Bárbara fue que tiene un piercing en la lengua. “Me lo quité hace unos días. Ya lo tuve suficiente por cinco años.”

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Compartir: 

Twitter

 
EL MUNDO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.