EL MUNDO
Vuelos clandestinos con prisioneros
En uno de esos vuelos en que trasladaban a personas secuestradas en Argentina podrían haber trasladado a la nuera de Juan Gelman.
La Fuerza Aérea de Uruguay admitió que se realizaron vuelos clandestinos para trasladar a ese país a personas detenidas en Buenos Aires, en el marco del Plan Cóndor. Se trata de la primera vez que una fuerza militar uruguaya reconoce haber formado parte de las operaciones de represión conjunta entre los países del Cono Sur. La información, contenida en el documento que se entregó al presidente Tabaré Vázquez el lunes pero que recién fue dada a conocer ayer, menciona dos viajes. En uno de ellos se estima que podría haber sido trasladada la nuera del escritor Juan Gelman, María Claudia, cuyos restos continúan siendo buscados en el Regimiento 14 de Toledo por un equipo de antropólogos de ambos países.
Los vuelos corresponden a julio y octubre de 1976. Según especifica el documento, todas las personas trasladadas habían estado detenidas en el centro clandestino de detención conocido como “Automotores Orletti”. El número de presos que viajó en cada uno no fue especificado, pero se estima que habrían sido más de treinta, ya que sólo en el segundo volaron 21 uruguayos, integrantes del Partido de la Victoria del Pueblo. Los datos surgieron del testimonio de militares comprometidos en el terrorismo de Estado, que reconocieron haber actuado en dichas operaciones convocados por el Servicio de Inteligencia Militar. Los oficiales descartaron que hayan sido los “vuelos de la muerte”, que protagonizaron las fuerzas argentinas, y aseguraron que se trasladaba a los detenidos sólo “para que fueran interrogados”, negando cualquier responsabilidad sobre el destino que luego tuvieron, muchos de los cuales aún permanecen desaparecidos.
A pesar de que el jefe de la aeronáutica, general Enrique Bonelli, aseguró desconocer que esas personas hayan sido torturadas o asesinadas a manos de algún militar, reconoció que la Fuerza Aérea estuvo involucrada en el homicidio de otros dos detenidos. Se trata de José Arpino Vega y Ubagesner Chaves Sosa, afiliados al Partido Comunista, muertos entre 1974 y 1976 en la base aérea Bisso Lanza. La documentación arrojó que sus cuerpos habrían sido enterrados en dos granjas a unos kilómetros de Montevideo. La reacción del gobierno de Vázquez frente a estos datos fue inmediata y realizó las gestiones necesarias para empezar las excavaciones en los lugares señalados.
La información, que completó el anuncio del lunes, fue dada a conocer ayer durante una ceremonia en la que el secretario de Gobierno, Gonzalo Fernández, entregó el documento a los familiares de desaparecidos, que reivindicaron la medida. “De esta forma, podemos comenzar a tener la verdad oficial sobre el tema”, expresó Javier Miranda tras el acto. La investigación, que comprometió a las tres fuerzas, fue ordenada por Tabaré Vázquez como parte del compromiso que asumió al alcanzar la presidencia en la defensa de los derechos humanos. Además de lo difundido ayer, el trabajo arrojó los lugares en donde estarían enterrados los restos de varios desaparecidos, entre ellos los de la nuera de Gelman, María Claudia García Irureta Goyena, asesinada en Uruguay durante la dictadura. El propio presidente se encargó de anunciar el lunes “con un 99 por ciento de seguridad” que el cuerpo de la joven estaría en el Batallón 14 de Toledo. El lugar había sido señalado por dos oficiales retirados, pero hasta ese momento no se había confirmado oficialmente. Allí los técnicos de la universidad pública de ese país comenzaron los trabajos de excavación junto con el Equipo Argentino de Antropología Forense. Según expresaron ayer los especialistas, se estima que para mañana la búsqueda arrojará algún resultado. Mientras tanto, crecen las expectativas. El abogado del escritor, José Luis González, aseguró que aún no hubo ningún descubrimiento, pero que “se espera que de un momento a otro se hallen los restos”.
Si bien los datos proporcionados por la Fuerza Aérea no hicieron referencia a María Claudia, se presume que la joven podría haber estado en el segundo vuelo que se mencionó ayer, ya que la fecha coincide con las veces en que fue vista en ese país. La nuera del escritor fue detenida en Buenos Aires junto a su marido, Marcelo Ariel Gelman, en agosto de 1976. En octubre, de acuerdo con el relato de otras detenidas, fue vista en la sede del Servicio de Inteligencia de Defensa uruguayo, desde donde habría sido trasladada a una base clandestina llamada “Valparaíso”. Allí la mantuvieron encerrada hasta dar a luz en el Hospital Militar y luego la asesinaron. Paralelamente, el juez Gustavo Mirabal, a cargo de la causa que investiga su desaparición, ayer suspendió la instrucción del caso para resolver la presentación del fiscal Enrique Moller, que pidió que se cerrara la causa por considerarla “cosa ya juzgada”. González ya había solicitado el apartamiento del fiscal por expresar su postura en contra de la reapertura del proceso que, según consideró, debía estar enmarcado en el Ley de Caducidad que aún favorece a los represores en el país vecino.
Informe: Carolina Keve