EL MUNDO
Bush ataca la defensa de Chávez
El embajador de Estados Unidos en Madrid le cuestionó a España la venta de buques y aviones militares a Venezuela.
Estados Unidos afirmó ayer que espera que España abandone su idea de vender aviones y buques militares al gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez. Esa “venta inmensa” puede ser “un factor desestabilizador” en América latina, dijo el embajador de Estados Unidos en Madrid, Eduardo Aguirre. La advertencia se desarrolla en el contexto de las malas relaciones de Washington con Caracas y se ve como una nueva provocación de Estados Unidos al gobierno de Chávez.
El diplomático estadounidense se refirió al convenio que España espera sellar el próximo 28 de noviembre con Venezuela para la provisión de ocho buques patrulleros y 12 aviones militares, una operación de casi 1700 millones de euros (2000 millones de dólares) y que es el mayor pedido de material de defensa recibido hasta la fecha por un gobierno español, según el diario El País de Madrid. Aguirre dijo durante una intervención en el Forum Europa, un desayuno al que asistieron empresarios, políticos y periodistas, que en los aviones que España aspira a vender a Venezuela hay componentes tecnológicos estadounidenses, por lo que Washington puede vetar la operación. “Hasta el momento”, dijo, no se ha decidido “si otorgar o no el permiso para su utilización”. En cambio, los ocho patrulleros (cuatro de vigilancia oceánica y cuatro de litoral) no llevan sistemas de origen estadounidense. “Aunque no se vendan nunca los aviones, la Operación Venezuela se justificaría sólo por los barcos”, afirmaron fuentes consultadas por El País.
A su turno, el canciller español, Miguel Angel Moratinos, sostuvo que la operación es una “cuestión entre empresas” y se negó a opinar sobre el derecho de veto que se arroga Estados Unidos. Por su parte, el embajador de Venezuela en España, Arévalo Méndez, se mostró confiado en que se cerrará el acuerdo de compra de armamento pese a la oposición de Estados Unidos. “Pienso que los contratos serán firmados, no me cabe duda alguna”, afirmó. Sin embargo, dijo que, “en caso de que (Estados Unidos) no lo autorice, eso no representará un problema, ya que la tecnología es básica (...) y puede ser comprada en Italia, Francia, España, Alemania e inclusive Polonia.” El presidente venezolano Hugo Chávez condicionó sin embargo la firma de los acuerdos a la presencia del ministro de Defensa, José Bono. Según El País, Chávez quiere dar a la firma un contenido político, la prueba de la “derrota” de Estados Unidos, según proclamó el pasado fin de semana. “España dijo ‘no’ a la pretensión de Washington para que no nos vendiera equipos”, aseguró Chávez. “El doctor Pepe Bono viene a firmar los contratos”, anunció. Sin embargo, el ministro de Defensa español aún no manifestó si irá a Caracas. Además, el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Alí Rodríguez, señaló que Estados Unidos pretende que como un imperio se le pida permiso “hasta para ir al baño”.
El cuestionamiento se desarrolla en el contexto de las ríspidas relaciones entre Washington y Caracas. Según Aguirre, a Washington “le preocupan las declaradas intenciones del presidente Hugo Chávez de exportar la Revolución Bolivariana”. Además, Estados Unidos ha expresado recientemente su contrariedad porque Venezuela ordenó 100.000 fusiles automáticos Kalashnikov a Rusia, 30.000 de los cuales llegarán el mes próximo. El secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, dijo con anterioridad que no está claro por qué Venezuela necesita ese armamento. Por su parte, las autoridades españolas argumentaron que las embarcaciones y los aviones tienen una importancia crucial para Venezuela en su campaña contra el narcotráfico y no alterarán el equilibrio militar de la región.