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El izquierdista Andrés Manuel López Obrador, favorito en las intenciones de voto, fue investido ayer como candidato a la presidencia de México por una coalición del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y otros dos pequeños partidos, con la promesa de una nueva política económica que incluirá bajar precios de gas, luz y combustible. “Es indispensable una nueva economía y una nueva forma de hacer política. En suma: un nuevo Estado, un Estado social y democrático de derecho”, dijo el ex alcalde ante miles de simpatizantes del PRD. López Obrador ratificó su determinación de “modernizar” el sector energético, al que considera la “palanca de desarrollo”, pero con el compromiso de no privatizarlos.