Irán ofreció ayer su ayuda a Estados Unidos para sacar a sus tropas de Irak a condición de que Washington cambie su comportamiento en Medio Oriente. “Si Estados Unidos cambia de actitud, la República Islámica de Irán está dispuesta a ayudar a esa administración a retirar sus tropas de Irak”, aseguró el ministro de Relaciones Exteriores iraní Manuchehr Mottaki, sin precisar en qué consistiría esta ayuda. El canciller iraní hizo estas declaraciones en ocasión del llamado “Diálogo de Manama”, una conferencia sobre la seguridad en el Golfo que fue organizada en Bahrein por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres. Mottaki agregó que la primera iniciativa que Estados Unidos debería tomar es “el anuncio de que decidieron retirarse de Irak”. Sin embargo el presidente norteamericano George W. Bush reiteró ayer que no se precipitará en retirar sus tropas de Irak, al afirmar que la medida dejaría un vacío de poder que desestabilizaría Medio Oriente y la economía global. La apertura de un diálogo con Irán y Siria está entre las 79 recomendaciones hechas al gobierno de George W. Bush por el Grupo de Estudios sobre Irak, una comisión bipartidista encabezada por el ex secretario de Estado James Baker, que diagnosticó que no están alcanzando el éxito en el país árabe. Algunos países, entre ellos Estados Unidos, acusan a Irán de injerencia en los asuntos internos de Irak por su influencia en las milicias chiítas de ese país. Además, Bush rechazó dialogar con Teherán hasta que no suspenda sus actividades de enriquecimiento de uranio. La posibilidad de que Washington y Teherán mantengan conversaciones ya desencadenó interrogantes sobre el precio que tendría que pagar Estados Unidos. “No será un ejercicio gratuito”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores iraquí, Hoshyar Zebari, en un discurso posterior al de Mottaki. “Tendrá un precio. Ningún país ofrecerá gratis sus servicios. ¿Cuál es el precio?”, se preguntó.