Miércoles, 23 de mayo de 2007 | Hoy
EL MUNDO › FUE ACUSADO EN LA JUSTICIA DE COBRAR COIMAS POR OBRAS PUBLICAS
El funcionario cuestionado, Silas Rondeau, renunció tras reunirse con el presidente brasileño ayer a última hora. Todo el arco político pedía su cabeza. Dicen que recibió un sobre con 50 mil dólares en su oficina.
Anoche, el ministro de Minas y Energía brasileño, Silas Rondeau, renunció tras reunirse con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Aunque no hay pruebas concretas que lo vinculen con el esquema de licitaciones de obras públicas fraudulentas, todo el arco político brasileño pedía su renuncia. Así se expresaron la cúpula de su partido, el Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del gubernamental y aliado Partido de los Trabajadores (PT), los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso e Itamar Franco y la jueza del Tribunal Superior de Justicia Eliana Calmon. Según los medios locales, hasta los dos mentores de Rondeau, el ex mandatario José Sarney y el presidente del Senado, Renan Calheiros, le dieron luz verde a Lula para anunciar la destitución. El mandatario se reunió con el cuestionado ministro a última hora de ayer para pedirle la renuncia.
La situación de Rondeau se complicó cuando la cadena O Globo difundió un video, obtenido por la Policía Federal, en el que se da a entender que el ministro habría recibido un sobre con 50 mil dólares en su oficina del ministerio. En las imágenes se ve a una empleada de la empresa de construcción y eje de todo el esquema ilegal, Gautama, entrando a la oficina de Rondeau junto con uno de sus asesores con un sobre y, minutos después, salir con las manos vacías. Según la investigación de la policía, en el sobre habría un soborno de la constructora, que en los últimos años había salido beneficiada con millonarias licitaciones, incluso de obras que nunca fueron construidas. Rondeau habría recibido el sobre a cambio de autorizar un contrato de poco más de un millón de dólares para Gautama.
Lo primero que hizo Lula ayer, después de su viaje de dos días a Paraguay, fue ponerse al día. Reunió a sus principales asesores, los ministros de Justicia, Tarso Genro; de la Presidencia, Dilma Rousseff; Relaciones Institucionales, Walfrido dos Mares Guia; Comunicación, Franklin Martins, y Planificación, Paulo Bernardo Souza. Según Genro, el mensaje del presidente fue claro: la investigación se sigue hasta las últimas consecuencias. “Le duela a quien le duela”, agregó el hombre de confianza de Lula con un tono dramático. Ya a la tarde, el mandatario se había reunido con Rondeau, pero eligió suspender el encuentro para ocuparse de la agenda del día, antes de conversar nuevamente con sus asesores y con el ministro en cuestión para tomar una decisión.
Por ahora la investigación detectó licitaciones fraudulentas en Brasilia y otros nueve estados –Alagoas, Bahía, Goiás, Mato Grosso, Sergipe, Pernambuco, Piauí, Maranhao y San Pablo–. Los dirigentes involucrados son oficialistas, aliados y opositores, y los más destacados por ahora son el gobernador de Mara-nhao y su predecesor, gran parte del gobierno de Alagoas y de la ciudad de Camacari y el Ministerio nacional de Minas y Energía. Entre los 47 procesados se encuentra el ex asesor de Rondeau Ivo Almeida Costa, el mismo que aparece junto a la empleada de Gautama entrando a la oficina del ministro.
Según la Policía Federal, la empresa Gautama recibió un total de 68 millones de dólares del Estado brasileño para realizar decenas de obras entre 1998 y 2006. Algunas contaban con importantes sobreprecios y otras directamente nunca fueron construidas. De estas obras, las últimas están incluidas en el llamado Programa de Aceleración de Crecimiento (PAC), un megaproyecto de inversiones públicas y privadas por unos 234 mil millones de dólares hasta el 2010.
Detrás de todo este esquema de desvío de fondos públicos se encuentra el dueño de Gautama, Zuleido Soares Veras. El empresario bahiense, actualmente detenido, es muy conocido en el mundo político brasileño por sus generosos aportes electorales no a uno ni a dos partidos, sino a todos. “Soy suprapartidario”, le gusta decir a Soares Veras, según sus conocidos. Según los medios brasileños, el empresario sería uno de los que financiaban las llamadas cajas dos de los partidos. Este financiamiento electoral no declarado salió a la luz el año pasado a partir de un escándalo que afectó principalmente al partido del presidente Lula. Pero no todos son rumores. En 1993, Soares Veras era uno de los directores de la constructora OAS, la misma que según la Justicia sobornó a decenas de legisladores. El escándalo creció hasta forzar la renuncia del entonces presidente de la Cámara de Diputados, Ibsen Pinheiro. El legislador era del PMDB, como el actual ministro de Minas y Energía. En aquella oportunidad, la investigación no alcanzó a involucrar al empresario.
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