Los hidrocarburos siguen dando que hablar en Bolivia. El viceministro de Hidrocarburos de ese país, Julio Gómez, atribuyó ayer a un “boicot de las petroleras” la escasez de diesel que se registra en algunas zonas de Bolivia. “Creo que es un boicot de las petroleras en este momento de reconstrucción nacional, donde el gobierno ha fijado definitivamente la visión y la misión de los (...) hidrocarburos”, dijo el funcionario. Gómez indicó que “naturalmente hay intereses extranacionales en esta situación”, entre los que citó al neoliberalismo. Sobre la distribución mayorista de combustible, Petrobras Bolivia anunció que dejará de operar en este rubro a partir del 1º de julio, en virtud de la disposición gubernamental que otorga a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) la exclusividad en la distribución de gasolina y diesel. En una comunicación difundida ayer, la empresa garantiza “la normal entrega de carburantes a las estaciones de servicio hasta el día 30 de junio”. La compañía se hizo cargo de la distribución mayorista de gasolina y diesel a partir del año 2001, año en que el gobierno boliviano lanzó la licitación para transferir dicha tarea al sector privado. Tras la nacionalización de los hidrocarburos decretada por el presidente Evo Morales el pasado 1º de mayo, se dejó en manos de YPFB toda la producción de hidrocarburos, así como su comercialización. La empresa pasó así a tener control sobre la definición de las condiciones, volúmenes y precios tanto para el mercado interno, como para la exportación y la industrialización.