La Justicia pidió ayer una pena de cinco años de prisión para el ex jefe del gobierno italiano Silvio Berlusconi, en la apelación de un juicio que se le sigue por corrupción de magistrados en los ’80. El fiscal sustituto de Milán, Piero De Petri, pidió la prisión de Berlusconi, quien había sido absuelto en diciembre de 2004 en la primera instancia del juicio por el cual fueron condenados el abogado de confianza del ex premier Cesare Previti y el juez romano Renato Squillante. La fiscalía acusa a Berlusconi de haber sobornado a magistrados para bloquear la venta de la compañía alimenticia SME al empresario Carlo de Benedetti, quien competía con el grupo Fininvest del ex jefe de gobierno. “Berlusconi fue el primer motor de este caso”, dijo el fiscal De Petri, quien solicitó la prisión de Berlusconi por el pago de una “bonificación” bancaria de 434.000 dólares de Fininvest al juez Squillante. Por su parte, el abogado del Estado, Domenico Salvemini, sostuvo que “la ley es igual para todos y debe aplicarse sin contemplaciones porque, de lo contrario, deja de existir el Estado”. En la época en que ocurrieron estos hechos, Berlusconi no había ingresado aún a la actividad política pero era un poderoso magnate de los medios de comunicación.