En los suburbios más ricos de Virginia se estaba llevando a cabo ayer una revolución tranquila en la que los republicanos de toda la vida cambiaban de bando para votar por Barack Obama en las primarias demócratas. Tan profunda es la desilusión con George Bush, tan poco atractiva la oferta de los republicanos, que muchos conservadores de toda la vida están abandonando el viejo partido para apoyar al candidato negro progresista. Hasta Colin Powell, que trabajó en las administraciones de los dos Bush, dijo que está considerando votar a los demócratas.

“Cada estadounidense tiene la obligación en este momento de nuestra historia –dijo Powell durante el fin de semana– de examinar a todos los candidatos y decidir no sólo en base a la ideología o simplemente en base a la afiliación política, sino en base a cuál es la mejor persona para todo Estados Unidos.” Laura DeBusk, de 37 años, una “madre ama de casa”, es una de las tantas que cambiaron ayer a favor de Obama en Virginia, Maryland y Washington DC. En las dos últimas elecciones presidenciales votó por George W. Bush en la creencia de que él protegería mejor a Estados Unidos de los terroristas. Es una elección que lamenta amargamente.

Pero ha sido atraída por la oferta de Obama de unir a todos los estadounidenses de todos los colores políticos: “Una amiga me llamó después de que se enteró de que yo estaba con Obama”, dijo. “Me dijo que ella también. ‘Somos las Obama-mamás’, me dijo. Y es verdad. Es tan inspirador que vamos a ofrecernos como voluntarias para su campaña”. Junto con muchas de sus amigas, DeBusk rompió con el Partido Republicano por ahora. Está enojada con Bush por la guerra contra Irak, por el estado de la economía y por el daño que se le ha hecho a la reputación de Estados Unidos.

“Uno nunca sabe lo que alguien va a hacer en la Casa Blanca, pero para mí, Barack Obama es un aliento de aire fresco”, dijo mientras se dirigía a emitir por primera vez su voto demócrata en la primaria de Virginia. “El parece no deberle nada a nadie.”

Pero si Obama no logra la nominación, DeBusk no apoyará a Hillary Clinton. “Es demasiado polarizadora, divide demasiado”, dijo. “En cambio votaré por McCain. Es un hombre decente aunque es menos inspirador.”

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.