Cualquier discusión salarial siempre es difícil. Apoyados en esa experiencia, los representantes de las dos centrales sindicales en el Consejo del Salario se adelantaron a la resistencia empresarial. “Como siempre, con mala predisposición”, dijo el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, sobre la postura patronal ayer por la mañana. “Los empresarios cuando vienen a discutir salarios se cosen los bolsillos antes de salir de su casa”, sentenció Hugo Yasky, que encabezó la delegación de la CTA. Pero al final de la jornada, Moyano alcanzó el objetivo que se había propuesto: un salario mínimo vital y móvil de 1200 pesos a partir de agosto. Mientras que Yasky, que se abstuvo de rubricar el acuerdo –pedía un mínimo de 1550– se mostró entusiasmado en incorporar a las comisiones “permanentes” del Consejo una agenda que incluya la asignación universal por hijo, y otras prioridades que comparte con la conducción cegetista como la movilidad de las jubilaciones y la eliminación de la “tablita de Machinea” para el pago del impuesto a las Ganancias.

Desde ambas centrales sindicales concluyeron que, contrariamente a lo que pronosticaban, fue una reunión larga, en la que “no hubo contrapuntos fuertes ni situaciones de tensión”. De esa negociación con las cámaras empresarias surgió el nuevo salario mínimo, vital y móvil de 1200 pesos a partir de agosto y de 1240 en diciembre. Un acuerdo que alegró a los popes cegetistas pero que dejó un sabor agridulce a los tres representantes de la CTA. “Considerábamos que se podía acercar mucho más a la cifra de 1550 pesos que propusimos”, dijo Yasky a PáginaI12.

“Lo importante de la reunión es que participaron todos los sectores productivos del país, es decir, la industria, el comercio, los bancos y el propio campo”, afirmó el mercantil Armando Cavalieri. El representante cegetista ante el Consejo del Salario también aseguró que la CGT tendrá como “prioridad uno” el planteo sobre la movilidad jubilatoria, además de las asignaciones salariales sin límites, en las próximas reuniones de las comisiones del Consejo, que comenzarán a funcionar la semana que viene.

Aunque Moyano ya había anticipado que irá por la “eliminación” del mínimo no imponible y la tablita de Machinea (en referencia a la disposición establecida por el ex ministro de la Alianza) que rigen el pago del impuesto a las Ganancias para los trabajadores asalariados. Un tema que desde hace tiempo preocupa a los propios camioneros y a otros gremios como los petroleros privados, con salarios elevados.

“Creemos que con el carácter permanente del Consejo del Salario se abre la posibilidad de fijar una agenda amplia. A las comisiones llevaremos las propuestas de extender a todos los trabajadores un subsidio universal por hijo, la movilidad de las jubilaciones y la eliminación de la tablita de Machinea. También otros puntos, como un plan de primer empleo para los jóvenes, así como una campaña nacional contra el trabajo en negro y que el piso salarial rija en todo el país”, sostuvo Yasky.