Domingo, 14 de septiembre de 2008 | Hoy
EL PAíS › HéCTOR TIMERMAN, EMBAJADOR ARGENTINO EN ESTADOS UNIDOS, Y EL JUICIO SOBRE LA VALIJA CON LOS 800 MIL DóLARES
Dice que la relación con Estados Unidos está “afectada” y que el fiscal que impulsa el juicio no es independiente porque es parte del Departamento de Justicia. Desconfía de las grabaciones y señala que este tema no modifica el viaje de la Presidenta a Nueva York para participar de la Asamblea General de la ONU.
Por Fernando Cibeira
Héctor Timerman no la ha tenido fácil en los meses que lleva como embajador argentino en Washington. Asumió con la relación bilateral en pleno proceso de trabajosa reconciliación luego de aquel primer episodio sobre el caso Antonini Wilson, apenas dos días después de la llegada de Cristina Kirchner a la Casa Rosada. Llevar las cosas a su cauce normal costó una buena cantidad de llamados y encuentros hasta que el jueves pasado, de un plumazo, volvió todo para atrás. Las nuevas grabaciones del juicio que se ventila en Miami provocaron la reacción del gobierno argentino y su reunión más tensa con el secretario de Asuntos Hemisféricos, Thomas Shannon. Con todo, Timerman asegura que se encuentra en la línea “dura” del Gobierno respecto de la posición que debe tomarse frente a Estados Unidos y critica una y otra vez la negativa norteamericana a aceptar la extradición de Antonini Wilson para que se lo juzgue en Argentina. De paso, le pega al periodismo porque dice que nadie se molestó en averiguar cómo funciona el FBI en Estados Unidos. “Estos diálogos fueron producto de un guión armado entre el FBI y Antonini Wilson”, sostiene.
–¿Cómo fue la reunión con Shannon?
–Shannon tiene una posición que viene repitiendo desde hace tiempo. Que esto no es un caso contra la Argentina, que Argentina no está siendo investigada y por lo tanto el final del caso demostrará que los culpables no son argentinos. Esa es la posición de ellos. La posición que le hemos transmitido es distinta.
–¿Cuál es?
–Que esta es una causa que se inicia por un delito que se comete en Argentina. Lo correcto sería que el gobierno de Estados Unidos contestara alguno de los múltiples pedidos de extradición que hicimos sobre Antonini. Ahora, Estados Unidos no contesta siquiera qué va a hacer con Antonini porque él entró en un pacto con el fiscal para cooperar en la investigación sobre estos cuatro individuos, que son venezolanos también, por un delito que no tiene nada que ver con Argentina ni ocurrió en Argentina, que es el delito de trabajar para un gobierno extranjero en territorio norteamericano sin haberse inscripto en el Departamento de Justicia. Entonces, obviamente que la Argentina no está siendo investigada, pero lo que decimos es que el delito que cometió Antonini Wilson requiere de una extradición a la Argentina para que sea juzgado. Y Estados Unidos no nos contesta desde hace más de un año.
–¿La reunión resultó un diálogo de sordos, entonces?
–La posición nuestra fue muy dura. Shannon trató de decir que la relación bilateral está por encima de este juicio y nosotros dijimos que tendría que estar por encima de este juicio, pero que para que consideremos que la relación está tan bien como él dice deberían contestar el pedido de extradición.
–Cuál es su evaluación, ¿la relación bilateral está afectada, como dijo el comunicado de la Cancillería argentina, o no lo está, como aseguró el embajador Wayne?
–La situación está afectada. No es un caso que está en manos de la Justicia, sino que las acusaciones que surgen de los diálogos entre Antonini Wilson y los otros acusados implican acciones por parte de ciudadanos argentinos vinculados al gobierno que hacen que aparezcan en actos deshonestos. Esos actos no ocurrieron y Antonini Wilson está tratando a toda costa de no ser extraditado a la Argentina. Lo de él es muy claro: trata de demostrar que si viaja a la Argentina va a ser perseguido por sus declaraciones. Así que va a tratar de ensuciar al gobierno argentino lo máximo que pueda.
–El jueves, el embajador Wayne dijo que la posición del gobierno argentino era muestra de “un malentendido” porque uno de los pilares del sistema norteamericano era la existencia de un Poder Judicial independiente y que ellos no tenían nada que ver con lo que sucedía en Miami. ¿Qué opina?
–El Poder Judicial es independiente como lo es en Argentina. Pero todavía el juez no habló ni falló. Lo que está ocurriendo ahora es que el fiscal, que depende del Departamento de Justicia, está mostrando pruebas obtenidas por el FBI, que también depende del Departamento de Justicia, y de un señor que está tratando a toda costa de no ser extraditado, que se llama Antonini Wilson. Ninguna de esas personas pertenece al sistema judicial norteamericano. Dos pertenecen al poder político, al Ejecutivo de Estados Unidos. A tal punto yo tengo mis dudas sobre la veracidad de las grabaciones, que en un momento el FBI reconoce que para vincular a Hugo Chávez con el caso escriben una carta, preparada por su gente, que es traducida al español para que la firme Antonini Wilson, exigiendo dos millones de dólares al presidente venezolano. Si el FBI prepara cartas, ¿por qué no va a preparar al testigo Antonini Wilson para involucrar a estos venezolanos y al mismo tiempo salvarlo de una extradición a la Argentina?
–¿Dice que las grabaciones no son veraces porque las cintas son truchas o porque los diálogos son ficticios?
–Yo creo que los diálogos fueron producto de un guión armado entre el FBI y Antonini Wilson. Por ejemplo, en la Argentina Antonini firma un papel diciendo que el dinero es de él. Sin embargo, en la cinta dice que el dinero pertenecía a Uberti. Evidentemente, lo que está tratando de hacer es de involucrar a la Argentina cada vez más. Todos sus intentos en las cintas son de intentar convencer a todo el mundo de que le den plata porque si no va a hablar. Ese es el caso que montó el FBI con él y en el cual la Argentina no tiene nada que ver.
–¿Un caso armado por el FBI con qué intención?
–Pueden hacerse distintas apreciaciones. Si es que tiene una intencionalidad política con Argentina o con Venezuela. No hay que olvidar que Miami es la cuna del anticastrismo y del antichavismo. La diáspora antichavista vive en Miami. El jefe del fiscal Mulvihill, que se llama Alexander Acosta, dona plata a un grupo anticastrista que se dedica a hacer lobby para evitar cualquier contacto entre ciudadanos norteamericanos y cubanos. Los fiscales de Miami son famosos republicanos anticastristas.
–¿Estaría armado contra Chávez y la Argentina la ligó de rebote, entonces?
–Lo que digo es que la Argentina la única vinculación que tiene con este caso es que encontró a un señor que tenía un maletín con 800 mil dólares. Todo lo demás es un diálogo que surge luego de que hubo un acuerdo entre el FBI y Antonini. Así como hubo un acuerdo entre el FBI, el fiscal y (Moisés) Maiónica (otro de los acusados), donde ya le han garantizado que se va a poder quedar a vivir en Miami.
–Argentina también está vinculada de otra manera. Antonini Wilson viajó en un avión alquilado por Enarsa y todo indica que fue Uberti quien lo hizo subir.
–Uberti hizo subir a Antonini Wilson a un avión alquilado por el Estado argentino sin tener autorización para hacerlo, eso le creó un problema político al gobierno porque ese señor estaba entrando dinero en una valija a la Argentina. Por eso se lo separó del cargo.
–¿La relación bilateral ahora quedó definitivamente dañada? ¿Habrá que esperar a que cambie el gobierno en Estados Unidos para arreglarla?
–Hay un hecho muy dañino, que es este acuerdo que ha hecho el FBI con Antonini. Esto coloca bajo las sombras el vínculo que hemos tratado de construir desde que asumió Cristina. Está ensombrecido por el caso de Miami.
–¿En las últimas reuniones que mantuvieron con Shannon o con el embajador Wayne existió un acuerdo acerca de que se iba a dejar de lado a la Argentina en el caso Antonini?
–Nunca. Desde que yo asumí en la embajada en Estados Unidos, el tema de Antonini Wilson y del juicio en Miami jamás formó parte de los encuentros que hemos tenido con Tom Shannon. Tampoco los que mantuvo la Presidenta, ni el canciller Taiana, ni ningún funcionario del gobierno argentino.
–La semana que viene se presentará a declarar Antonini Wilson, ¿hay que esperar nuevos cruces con el gobierno de Estados Unidos?
–La Argentina va a reaccionar en la medida en que este caso siga ensuciando al gobierno argentino.
–¿Este tema modifica en algo el viaje de la Presidenta a Nueva York para participar de la Asamblea General de las Naciones Unidas?
–En nada, absolutamente nada.
–¿Se encontrará allá con Shannon?
–No hablé con Shannon ni con nadie de su entorno sobre un posible encuentro con la Presidenta.
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