La agenda ya está prevista. Pero no será por cábala, porque el resultado está cantado. Alberto Balestrini tiene todo preparado para vivir su gran día. Que terminará con su coronación como presidente del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires. Para respetar la tradición (la suya, claro), Balestrini comenzará la jornada en el centenario edificio de San Justo donde funciona la Municipalidad de La Matanza. Al mediodía pasará por la delegación San Justo del Smata. Allí será agasajado por amigos y compañeros con rondas de mate y el infaltable asado. Pocas horas más tarde, el vicegobernador bonaerense se habrá convertido en el nuevo hombre fuerte de la máquina electoral más poderosa (pero no invencible) de la política argentina. Así se cumplirá la promesa que le hizo Néstor Kirchner a mediados de 2007, cuando le garantizó su elección como futuro jefe del PJ provincial. Postulado por una lista única, Balestrini será ungido en ese cargo apenas concluya la votación del millón y medio de afiliados que figuran en el padrón partidario.

Con el resultado cantado a nivel provincial, el interés de la elección pasará por los municipios donde habrá competencia entre dos o más listas. En algunos distritos, la puja por la conducción del partido promete ser agitada y cuanto menos ruda. En esos casos no faltará ninguno de los ingredientes que suelen caracterizar a las internas del PJ: desde las flotas de remises para transportar afiliados hasta la movilización de grupos de militantes y no tanto para provocar o evitar intimidaciones. La puja real quedó reducida a 35 municipios sobre un total de 134. En los 99 restantes los diversos sectores del PJ lograron consensuar una lista única que apoye la conducción de Kirchner y Balestrini. En esas negociaciones fue clave el propio Balestrini, quien logró que rivales históricos del distrito aceptaran repartirse los cargos y no armaran dos listas.

Entre los jefes territoriales que garantizaron su permanencia al frente del partido están los clásicos exponentes del peronismo del conurbano. Hoy aliados estratégicos del Gobierno, que los considera fundamentales para la gobernabilidad, la lista incluye a Hugo Curto (Tres de Febrero), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Mario Ishii (José C. Paz), Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), Luis Acuña (Hurlingham), Julio Pereyra (Florencio Varela) y Alejandro Granados (Ezeiza), entre otros. Entre los candidatos con lista única y victoria garantizada figuran también varios hombres conocidos del Gobierno, desde el propio jefe de Gabinete, Sergio Massa (será el próximo presidente del PJ en Tigre, donde pidió licencia como intendente), hasta el senador José Pampuro, quien compite en soledad para encabezar el partido en su Lanús natal. Aunque el intendente es Darío Díaz Pérez, Pampuro es considerado el artífice del desplazamiento del recordman Manolo Quindimil.

La puja por el control del partido promete ser muy dura en algunos municipios. En algunos distritos se produjeron hechos de violencia, por lo que la definición será áspera. Uno de los casos emblemáticos es San Miguel, donde se enfrentan tres candidatos que se reivindican kirchneristas. Uno de ellos es nada menos que el ex carapintada Aldo Rico, ex fundador del Modin, quien ahora se reivindica kirchnerista. Rico competirá con el actual intendente, Joaquín De la Torre, y con el diputado provincial Franco La Porta, ex interventor del Instituto de Loterías y Casinos bonaerense. Hace un mes y medio, La Porta fue agredido en la calle por una patota presuntamente vinculada a De la Torre. Durante la golpiza uno de los acompañantes de La Porta terminó con el tabique nasal fracturado.

La violencia también salpicó la campaña en Luján. En la ciudad ícono de la peregrinación religiosa competían la intendenta en funciones, Graciela Rosso, y su antecesor Miguel Prince, quien gobernó Luján durante doce años y en forma ininterrumpida. Hace diez días, Rosso denunció que el sector de Prince había manipulado el padrón partidario. La Junta Electoral del partido desestimó la denuncia de Rosso y ratificó la validez de los padrones. En los últimos días, la intendenta ratificó su imputación y denunció agresiones muy graves. Por esos hechos, Rosso decidió no presentarse a la interna y retiró su lista. “Anoche amenazaron a la subdelegada municipal en Olivera, una pequeña localidad entre Luján y Mercedes. También al enfermero que atiende en el centro de atención primaria. También tiraron con escopeta frente a la casa de un afiliado, Miguel Jara, un militante nuestro del barrio Santa Marta. No voy a poner en riesgo la vida de nadie por una interna”, dijo Rosso a Página/12.

–¿Le preocupa gobernar sin tener el control del PJ?

–No. Desde diciembre para acá goberné con muchos palos en la rueda. Prince tiene el partido desde hace veinte años. Que gane el partido, que tiene 8500 afiliados, pero en Luján hay 100 mil habitantes.

Con menos tensión que en San Miguel y Luján, también en San Martín se pronostica una dura competencia por el peronismo del distrito. Allí la competencia será entre la diputada Graciela Camaño y Osvaldo Lobato, secretario general de la filial local de la UOM. Lo de San Martín será otro capítulo de una disputa más general: la que enfrenta desde hace años al líder de la CGT disidente Luis Barrionuevo (Camaño es su esposa) con el influyente secretario general de la CGT, Hugo Moyano. Ambas centrales sindicales aportaron recursos para promover las chances de sus respectivos candidatos. La interna peronista en San Martín tendrá un sesgo sindical. Nada nuevo en un distrito con historia industrial.