El kirchnerismo reserva ese lugar para las grandes ocasiones. El Teatro Argentino de La Plata, un escenario poco habitual para un acto político, volverá a reunir a todo el arco oficialista. Será el martes 16 de diciembre. La convocatoria pretende relanzar el vínculo del Gobierno con sus aliados no justicialistas. Esa definición incluye a los radicales K, los socialistas y los movimientos sociales, entre otros. Encabezado por Néstor Kirchner y con la probable presencia de la presidenta Cristina Fernández, el acto juntará a gobernadores, intendentes, dirigentes sindicales, miembros de organizaciones sociales y funcionarios del Gabinete. Los oradores serán Kirchner y el gobernador radical de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. El ex mandatario hablará como presidente del PJ. Reelecto hace quince días con más del 80 por ciento de los votos, Zamora representará la continuidad del proyecto de la Concertación.

La ratificación de la alianza con los sectores no peronistas tuvo su primer capítulo en el brindis que Kirchner compartió con funcionarios y legisladores el martes a la noche en el Correo Argentino (ver nota aparte). La semana próxima habrá otro gesto, que será mucho más potente y tendrá mayor repercusión. Acompañado por todos los gobernadores aliados, Kirchner insistirá allí con su tesis de que al peronismo hay que ampliarlo con una construcción movimientista. Es muy probable que Kirchner aproveche la ocasión para presentar en sociedad el nuevo nombre de su heterogéneo marco de alianzas. La Concertación Plural quedó para siempre asociada a la figura del vicepresidente, Julio Cobos. El propio Kirchner ya sugirió que esa definición podría quedar en el pasado. “La Concertación, o no importa cómo se llame, ya le encontraremos el nombre”, deslizó anteanoche.

Inspirado en la coalición chilena entre el Partido Socialista y la Democracia Cristiana, el concepto de Concertación nunca gustó demasiado a los aliados menores del kirchnerismo. En su momento eso sucedió con los hombres del Partido Socialista bonaerense que forman parte del Gobierno. Para ellos, el nombre de Concertación les parecía propio de una alianza entre dos partidos: el PJ y la UCR. Cualquier cambio en el título del sello electoral del kirchnerismo encontrará más cómodos a los socialistas. Una posibilidad es que en el nuevo nombre de la coalición oficialista vuelva a figurar la palabra “plural”. Un indicio lo aportó el propio Kirchner. “Sigo creyendo en este proyecto plural. Inclusive con aquellos que no piensan del todo como nosotros. No creemos en el sectarismo y los iluminados. La construcción de la Argentina no se hace sólo con un partido”, aseguró.

Como en todos los actos importantes, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, está trabajando en su organización. Los dirigentes de los movimientos sociales fueron puestos sobre aviso: ninguno debe faltar a la cita (los únicos ausentes serán los miembros de Libres del Sur tras su promocionado alejamiento del kirchnerismo). Quizá producto del distanciamiento de Libres del Sur, en los últimos días el Gobierno hizo varios gestos hacia los movimientos sociales. Uno de los ejemplos fue la designación de Juan Pablo O’Dezaille, dirigente del Frente Transversal y hombre de Edgardo Depetri, en la Subsecretaría de Capacitación Popular. O’Dezaille asumió ayer a la tarde esa área dependiente del Ministerio de Desarrollo Social. En la ceremonia estuvieron la ministra Alicia Kirchner y todos los secretarios de la cartera.

Desde mediados de 2005, el Teatro Argentino de La Plata se convirtió en un escenario histórico para el kirchnerismo. Allí fue donde Cristina Fernández lanzó su candidatura a senadora nacional por el Frente para la Victoria. Aquella elección la enfrentó con Chiche Duhalde, quien competía por el PJ bonaerense. El resultado fue aplastante y derivó en un proceso de reconversión kirchnerista de todos los intendentes del conurbano que habían permanecido junto a Chiche. También fue en el Teatro Argentino donde se lanzó aquel slogan, hoy un mal recuerdo que el kirchnerismo preferiría olvidar, de “Cristina, Cobos y yo”. Esos antecedentes hicieron que algunos dirigentes del oficialismo se preguntaran si Kirchner no aprovecharía el entorno para hacer pública alguna candidatura.

Consultados por Página/12, tres invitados al acto del martes pusieron en duda que Kirchner fuera a anunciar su candidatura a diputado por la provincia. Según esos dirigentes, el santacruceño ya habría desechado esa posibilidad. Pero la ocasión también podría ser propicia para presentar a otro candidato: mucho más si el hombre o la mujer elegidos deben instalarse en la opinión pública. En ese caso conviene comenzar cuanto antes la campaña. Lo dice el dicho: quien golpea primero...