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La definición del Apertura cuenta con tantas aristas que parece imposible vaticinar el resultado final. Cada uno de los candidatos se sostiene con argumentos poderosos como para fundamentar su ilusión, aunque también todos presentan flaquezas que pueden incidir. Aquí un análisis de virtudes y defectos de los cuatro posibles campeones antes de la resolución.

Tigre (36 puntos)

Es el único de los tres punteros al que no se le reprocharía nada si no obtiene el título. Más allá del dolor que significaría para sus hinchas perder esta chance, la sensación de estar hecho es una realidad. Por eso, es el que menos presión tiene de los tres líderes. Además, el hecho de haberle ganado como visitante a San Lorenzo y a Boca le generó la sensación de no creerse menos que nadie. Y, también derrotó a Lanús. Su rival, Banfield, cumplió un torneo muy irregular.

“Es el equipo con más hambre”, lo catalogó su entrenador Diego Cagna. Repasando los nombres, no hay dudas de ello, con un plantel con muchos jugadores surgidos del ascenso (Lázzaro, Luna) o de torneos del interior (Morel, Castaño), otros que no pudieron afianzarse en conjuntos importantes (Rusculleda, Jerez, Islas) y casi ningún consagrado (Arruabarrena es la excepción). Claro que esa ventaja también puede pesar en contra, ya que son muy pocos los que cuentan con experiencia en una instancia tan importante. Habrá que ver qué aspecto pesa más, si el hambre de gloria o la inexperiencia.

Tiene futbolistas en racha ante el arco rival, una circunstancia que le permitió ganar muchos puntos sin merecerlo. Morel, con doce tantos, lo mantuvo a lo largo del certamen. Luna, con cuatro goles en los dos últimos partidos, lo terminó de acomodar en la pelea. Lázzaro, con una racha inversa, sin goles a lo largo del torneo, rompió su sequía justo para darle el triunfo más importante del año.

Boca (36 puntos)

Por más que en un momento parecía afuera del campeonato cuando estaba once puntos detrás de San Lorenzo, su estado anímico decayó por la oportunidad perdida el domingo en La Plata. Pasó de no depender de nadie a tener que estar atento a lo que suceda en otras dos canchas. Para colmo, se cargó una presión extra con el recuerdo y la comparación de esta definición con el Apertura 2006 cuando perdió la final con Estudiantes, aunque las situaciones son bastante diferentes. De todas maneras, no parece tener un compromiso tan complicado frente a Colón en La Bombonera.

Para sostener su ilusión, cuenta con Juan Román Riquelme, el jugador más determinante del fútbol argentino, capaz de disimular una mala actuación propia o del equipo con un par de genialidades, como ya lo demostró ante Arsenal, San Martín de Tucumán o Racing. Además, también hay otros futbolistas como Battaglia, Ibarra o Cáceres, muy acostumbrados a instancias decisivas. Sin embargo, por diferentes circunstancias, en el equipo de Ischia se han mezclado muchos juveniles, que por un lado aportan sangre fresca, pero también entregan una dosis de inexperiencia que puede influir en la resolución.

Un dato a tener en cuenta es que tanto Riquelme como Battaglia, además de Vargas, suman cuatro tarjetas amarillas, por lo que una nueva amonestación podría dejarlos afuera en el desempate. En Tigre, Islas vive la misma situación.

San Lorenzo (36 puntos)

Tiene en los papeles el partido más complicado de los tres líderes. La cancha de Argentinos es un reducto que generalmente le resultó difícil, con el plus de una rivalidad parecida a un clásico, desde que el equipo de La Paternal lo condenó al descenso en 1981. Además, es el único de los candidatos que juega como visitante.

Si bien recuperó el ánimo a partir de las dos goleadas seguidas en los clásicos ante Huracán e Independiente, también es cierto que llega a esta definición cerrada luego de regalar una ventaja que parecía indescontable. Por eso, perder este torneo será un fracaso para sus hinchas. No hay que olvidarse que estos mismos jugadores que pueden salir campeones este domingo se fueron insultados en la 16ª fecha tras la derrota en el Nuevo Gasómetro ante Lanús.

Desde el juego, es el que más garantías ofrece. Salvo en las fechas del bajón que lo llevó a perder la ventaja que disponía, luego fue –de los tres punteros– el que mejor fútbol exhibió. Tuvo varios partidos de alto vuelo y contundencia, como ante Huracán, Independiente, Colón o Banfield. También es el que presenta el plantel más amplio, con más posibilidades de disimular lesiones o suspensiones. Ese aspecto no parece incidir para este domingo, pero puede pesar en un eventual triangular, ya que seguramente serán partidos ásperos y se arrastran las tarjetas amarillas.

Lanús (34 puntos)

En varios aspectos es el mejor perfilado: Es el equipo que mejor juega, cuenta con individualidades en gran nivel y con el goleador del campeonato, tiene el encuentro más sencillo, superó todas las expectativas y no recibirá reproches si no gana. Sin embargo, con tres equipos por delante, sus posibilidades parecen muy reducidas.