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El oficialismo logró por séptimo año consecutivo las prórrogas de la Emergencia Económica (47 votos a favor y 17 en contra) y el impuesto al Cheque (45 a 20). El Frente para la Victoria justificó que ambas normativas servirán para que el país sobrelleve las consecuencias de la crisis internacional. El impuesto a los Créditos y Débitos Bancarios le permitirá al Ejecutivo mantener el superávit fiscal, del cual este tributo representa un tercio. En tanto, la Emergencia sigue delegando en el Ejecutivo la renegociación de los contratos con las empresas privatizadas, mantiene vigentes los planes Jefas y Jefes de hogar y le permite realizar compras directas de medicamentos, entre otras delegaciones.

El bloque K logró imponerse con marcadas diferencias gracias a la adhesión del Movimiento Popular Neuquino, de los aristas de Tierra del Fuego y a la abstención de algunos integrantes del propio bloque, como los salteños Juan Carlos Romero y Sonia Escudero. La oposición (UCR, Coalición Cívica y el peronismo disidente) rechazó ambas leyes y pidió la coparticipación total del impuesto al Cheque. También se prorrogaron ayer los impuestos al Cigarrillo, Bienes Personales, Ganancias y la promoción de la industria de las motopartes.

El contexto internacional le evitó al oficialismo buscar nuevos grandes argumentos para conseguir ambas prórrogas, que presuponían una ardua discusión parlamentaria. Sin embargo, el oficialismo consiguió la aprobación con holgura.

Todo sea por un Cheque

El impuesto al Cheque fue aprobado bajo el argumento de que es uno de los ejes centrales del superávit fiscal. “A las provincias les conviene que a la Nación le vaya bien porque así conseguirán más obras. Esa es la verdadera coparticipación”, dijeron desde el bloque K. “No prorrogar el impuesto al Cheque (y la Emergencia) tal como se mandó desde el Ejecutivo es como autorizar que el Estado nacional vaya a la guerra, pero sin soldados”, argumentó el senador y candidato a gobernador Fabián Ríos (FpV, Corrientes).

Con esta normativa, el Estado prevé recaudar el año que viene 22.339,5 millones de pesos. Para el Tesoro nacional corresponderán 18.979,7 millones y por coparticipación, 3240 millones. Esta prórroga prometía una votación dura, sobre todo por las presiones de los gobernadores para que haya una mayor coparticipación. “Acá tienen que hablar los gobernadores, porque el año que viene será difícil y nos vamos a tener que ayudar entre todos”, había dicho a Página/12 el senador formoseño José Mayans (FpV), el mismo día de la nacionalización de las AFJP.

Pero los gobernadores estuvieron ausentes de la discusión. “Nadie hizo un planteo como el de la oposición. Cuando aparezcan los gobernadores y digan lo que tienen que decir, actuaremos en consecuencia”, aseveró el titular del bloque K durante la última reunión de la comisión. Ayer, Ernesto Sanz, presidente del bloque de la UCR (Mendoza), salió a contestarle: “El gobernador de mi provincia (Celso Jaque) no dice nada, a cambio de promesas de obras. Es inconcebible el silencio de algunos mandatarios. El Gobierno tiene un esquema de acumulación política donde el dinero y la arbitrariedad son las reglas de juego”, aseveró el radical.

El oficialismo también logró la aprobación por amplia mayoría de la prórroga del impuesto al Gasoil, que representará el año que viene 3005 millones de pesos; Bienes Personales (3741 millones) y Cigarrillos (580 millones).

Todo sea por la Emergencia

“Si algunos creen que 2009 será apocalíptico, lo más razonable es mantener la Emergencia. Si el año pasado discutimos esta misma prórroga, este año es cien veces más justificado. Les vamos hacer caso a los dichos de la oposición y vamos a prorrogar la emergencia hasta diciembre de 2009.” Este fue el argumento elegido por Ríos para apoyar una nueva Emergencia Económica. Esta normativa también presuponía una fuerte batalla legislativa. Los 47 votos a favor del oficialismo contra los 17 de la oposición demostraron otra cosa.

“¿Qué tiene que ver esta emergencia ocupacional con la de 2001? ¿Qué tiene que ver el plan Remediar? ¿Qué tiene que ver esto con la compra directa de medicamentos?”, criticó el santafesino Rubén Giustiniani (PS). Más allá de la oposición, la Emergencia tuvo la abstención de dos oficialistas, la salteña Sonia Escudero y la chaqueña Elena Corregido.

“Gobernar es complejo, hay que mediar entre muchos intereses”, señaló Pichetto al cierre del debate legislativo. Los senadores K ya tienen en su cabeza qué argumentos elaborarán para aprobar el paquete de la moratoria y el blanqueo de capitales, que pretende ser sancionado la semana que viene.