Jueves, 11 de diciembre de 2008 | Hoy
EL MUNDO › LA FISCALíA DICE QUE LOS PERIODISTAS MUEREN POR DELITOS COMUNES
Todos dicen que México es el país más peligroso para ejercer el periodismo después de Irak, menos la Procuraduría General.
Por Gerardo Albarrán de Alba
Desde México, D. F.
Contra lo que el mundo dice, México no es “el segundo país más peligroso para el ejercicio periodístico después de Irak”, según la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra Periodistas (Feadp) de la Procuraduría General de la república, que minimizó la ola de violencia desatada contra periodistas en México. Para el fiscal Alberto Orellana, sólo tres de 25 asesinatos de informadores, cometidos entre 2007 y 2008, se relacionan con su ejercicio profesional; el resto es parte de la inseguridad que vive todo el país.
En lo que va de este año, organizaciones como el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) y Reporteros sin Fronteras (RSF) han emitido un total de 68 alertas, cartas, reportes especiales y noticias relacionadas con la violencia contra periodistas en México. Apenas en agosto pasado, una misión internacional de trece organizaciones de libertad de prensa (entre las que destacan la Unesco, el Instituto Internacional de Prensa, Artículo 19, la Asociación Mundial de Radios Comunitarias y los propios CPJ y RSF) concluyeron que los últimos tres años han sido “increíblemente peligrosos” para los periodistas mexicanos y es el país de mayor riesgo para los informadores, sólo después de Irak.
Cada organización internacional lleva sus propias cuentas, y no siempre coinciden, pero la Comisión Nacional de Derechos Humanos en México dice que son 45 casos de homicidios contra periodistas en los últimos años. Otros grupos, como la Sociedad Interamericana de Prensa, cuentan hasta 69 asesinatos y 11 desapariciones impunes entre 1997 y 2008.
Aun así, el fiscal Orellana insistió en conferencia de prensa que no es para tanto. Las cifras de la CNDH son falsas y las organizaciones internacionales e incluso las instituciones del gobierno mexicano no tienen una metodología para determinar el verdadero número de agresiones contra periodistas.
A pesar de tener abiertas 279 investigaciones, la Fiscalía sólo vincula 45 con el crimen organizado, y de los 12 homicidios de periodistas cometidos en 2007, sólo reconoce un caso relacionado con su actividad profesional, y de cuatro desapariciones denunciadas, sólo dos merecen su atención.
El fiscal incluso se atrevió a asegurar que “hay delincuentes haciéndose pasar por periodistas; incluso, acribillados aparecen como periodistas y ponen en riesgo la vida y el prestigio de los verdaderos informadores”, de ahí que no tuviera reparo en sostener que “la mayor parte de los periodistas muertos en México en años recientes han sido por diversos motivos, muy similares a las causas que afectan al resto de los mexicanos y, a veces, no por su ejercicio periodístico”.
La postura y manipulación de cifras de la Feadp le valió la inmediata respuesta del Comité para la Protección de los Periodistas, con sede en Nueva York:
“Presentar estadísticas en forma incompleta no altera el hecho de que México es uno de los países más violentos del mundo para los periodistas”, señaló Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ. “Los defensores de la libertad de prensa que registran los asesinatos de nuestros colegas coinciden con esta evaluación. Los editores que tienen temor de enviar a sus reporteros a investigar al crimen organizado también están de acuerdo. Lo mejor que puede hacer el fiscal especial para mejorar la dramática imagen de su país en términos de libertad de prensa es obtener procesamientos satisfactorios de los asesinos de periodistas.”
En tanto, decenas de periodistas de diversos medios y de ocho organizaciones gremiales se manifestaron ayer en el centro de la ciudad de México para protestar por el asesinato de 45 colegas en los últimos ocho años.
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