Eduardo Salvador Ullúa dejó de ser un prófugo de la Justicia. El 19 de septiembre el juez federal Alejandro Castellanos había ordenado la detención del ex miembro de la CNU de Mar del Plata por su posible vinculación con los secuestros de la Noche de las Corbatas, cuando un grupo de abogados laboralistas de Mar del Plata desapareció para siempre. Dos meses y medio después, con Ullúa aún escabullido y su camarada Eduardo Cincotta preso en la cárcel de Batán, el juez consideró que no había pruebas suficientes para indagarlo y revocó su propia resolución.