El gobierno de la ciudad de Buenos Aires subejecutó el reducido presupuesto del Programa de Salud Sexual y Reproductiva para la compra de anticonceptivos y a partir de enero se quedará sin métodos para entregar a hospitales y centros de salud. A tres semanas de la finalización del año, apenas gastó alrededor del 20 por ciento del total asignado para 2008. La situación, según pudo saber Página/12, es crítica y sería otra consecuencia del sistema de compras centralizado impuesto por la gestión del macrismo y que generó a lo largo del año –como ya se denunció– falta de otros insumos vitales para el sistema de salud. Para la epidemióloga Mabel Bianco, directora de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), el cuadro responde a “un desinterés” del gobierno porteño en el tema, que se expresa “en otros aspectos, como la no aplicación de la ley de educación sexual en las escuelas y la falta de apoyo a la sanción en la Legislatura de una reglamentación de la atención de los abortos no punibles”.

La coordinación del Programa de Salud Sexual y Reproductiva de la ciudad está al borde del ataque de nervios. En mayo inició el proceso de compra de distintos anticonceptivos –píldoras y para lactancia, entre otros– y de tests de embarazo por un monto que ronda los 800 mil pesos, es decir, equivalente al 80 por ciento del presupuesto total para el 2008. Pero el proceso licitatorio todavía no terminó. Recién la semana pasada el procurador de la ciudad, Pablo Tonelli, puso su firma en una carpeta que viene dando vueltas por distintas dependencias desde hace siete meses y que tiene todos los papeles de una licitación que incluye los anticonceptivos y también insumos para otros programas de salud. El 29 de diciembre se abrirán los sobres con las ofertas. Dado que los laboratorios adjudicatarios no podrán entregar los métodos dentro de 2008, los pagos –según las normativas vigentes– se tendrían que hacer con dinero de la partida de 2009. Y se perderían los casi 800 mil pesos que restan gastar del presupuesto total del Programa.

La coordinadora del Programa, la ginecóloga Silvia Oizerovich, una reconocida especialista en derechos sexuales y reproductivos, está tratando junto a su equipo de evitar que se pierda el dinero subejecutado, ya que si se usan partidas de 2009 correrían además el riesgo de quedarse sin fondos y sin métodos a lo largo del año próximo. Oizerovich es también vicepresidenta de la Asociación Médica Argentina de Anticoncepción (Amada) y médica del Hospital Pirovano.

El Programa de Salud Sexual y Reproductiva de la ciudad es el más antiguo del país. Ya cumplió veinte años. El otro problema grave que tiene es que desde hace catorce años tiene el mismo presupuesto: por resolución, el primer millón de pesos que ingresa a la ciudad por los bingos se debe destinar a ese programa. En el momento en que se estableció esa cláusula se trataba de un millón de dólares. A pesar de la caída de la convertibilidad y de la inflación de los últimos años, nunca se aumentó esa partida. En lugar de ser un piso –como pensaron las legisladoras que en su momento impulsaron la norma– se convirtió en un techo. El proyecto de presupuesto 2009 enviado por el macrismo a la Legislatura no prevé aumentos para compra de anticonceptivos. A ese panorama se agrega que este año el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva también –tal como denunció en varias oportunidades este diario– tuvo problemas para distribuir métodos a todas las jurisdicciones, incluida la ciudad, por falta de insumos.

Según pudo saber este diario, el stock de anticonceptivos en la ciudad está en rojo: a partir de enero ya no quedarían métodos para entregar a hospitales y centros de salud. El Programa porteño hizo una compra de emergencia por alrededor de 200 mil pesos a mediados de año. Pero estaría llegando a su fin. A lo largo de 2008, los médicos en los distintos efectores tuvieron que apelar a muestras gratis entregadas por laboratorios para satisfacer la demanda de las mujeres.

“Me preocupa que habiendo llegado el mes de diciembre no se haya ejecutado el ínfimo presupuesto del Programa de Salud Sexual y Reproductiva de la ciudad. Me inclino a pensar que se trata de una incapacidad administrativa, antes que de una intencionalidad política, porque la coordinadora del Programa que han elegido es excelente y, además, porque he visto esta misma inoperancia en otras áreas del Ejecutivo”, señaló la diputada de la Coalición Cívica Diana Maffía, al ser consultada por Página/12. Maffía planteará en la Legislatura que se incremente la partida para el Programa. Mabel Bianco, de FEIM, advirtió que éste sería el primer año que no se ejecuta el presupuesto total. “Es lamentable que el primer programa de este tipo que se creó en el país el año próximo estará desabastecido. Detrás de este supuesto problema administrativo hay falta de voluntad política no declarada en los niveles más altos”, opinó.