“Seguir sumando a veces es un amontonamiento sin mucho sentido.” Fue una definición contundente, que no permite demasiadas interpretaciones. El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, pareció dar por cerrada cualquier posibilidad de acuerdo con la Coalición Cívica y la UCR para formar listas únicas en la Capital Federal y la provincia de Buenos aires. Fue ayer cuando le preguntaron por unas declaraciones de Elisa Carrió, quien había dicho que quería acordar con la vicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti, para no tener que competir en las próximas elecciones. Una posibilidad en ese sentido era que el PRO y el peronismo disidente consensuaran las candidaturas con la Coalición Cívica y la UCR en los dos distritos. Macri respondió con una negativa terminante ante la consulta por ese tema: “Esto quiere decir no a las alianzas coyunturales si no tienen que ver con el proyecto a largo plazo”.

Carrió y Michetti tienen algunos elementos en común, aparte de una confesa simpatía mutua. Ambas se jactan de tener una relación privilegiada con el influyente arzobispo Jorge Bergoglio. El posible adelantamiento del cronograma electoral podría terminar obligándolas a enfrentarse en las elecciones a diputado nacional por la Capital Federal. Una forma de evitar esa competencia sería negociar una lista única y repartirse las candidaturas a primer diputado nacional y a primer legislador porteño. Michetti regresará hoy de sus vacaciones. Ayer, cuando le preguntaron por el futuro de su vice, Macri dijo que esta semana el PRO definirá cuál será, finalmente, su candidatura. “Internamente decidimos nosotros quiénes son los candidatos y de qué manera”, remarcó. Tras la aclaración, Macri dedicó nuevos elogios a su candidata estrella. “Me gusta que la gente admire a miembros del PRO, porque tenemos gente muy valiosa, con Gabriela (por Michetti) a la cabeza.”

Si en el distrito porteño el debate opositor consiste en cómo evitar que Carrió y Michetti se dividan los votos, en la provincia de Buenos Aires el antikirchnerismo también tiene sus urgencias. El principal problema que enfrenta la oposición surge a partir de la ya segura candidatura de Néstor Kirchner. Las encuestas que manejan los opositores revelan que, en un eventual escenario de tres bloques electorales, el santacruceño se estaría acercando al 40 por ciento de intención de voto. Según un estudio que está en manos del equipo de campaña del candidato y empresario mediático Francisco de Narváez, el ex presidente cosecha hoy el 37 por ciento, De Narváez el 25 y Margarita Stolbizer el 20. Para algunos dirigentes de la oposición, como también para algunos empresarios mediáticos, esos números hacen necesario un único bloque opositor en territorio bonaerense.